Reuters, ANSA
Más de 100 hombres y mujeres se reunieron en la liberal ciudad estadounidense de San Francisco el pasado fin de semana para realizar el segundo maratón público anual de masturbación.
Los organizadores dijeron que habían llevado el evento "de las sábanas a las calles (from the sheets to the streets)", ofreciéndole a voluntarios de más de 18 años la oportunidad de superar sus inhibiciones en un "ambiente seguro" y recaudar dinero para organizaciones caritativas.
Para Horace Santry, de 55 años, fue la primera ocasión de participar en un evento benéfico de este tipo. "Tengo mucha ansiedad, pero hacer esto en medio de un grupo de personas conscientes lo facilita", señaló poco antes de comenzar.
Hombres y mujeres de entre 20 y 55 años se congregaron en un centro artístico local en el distrito South of Market de San Francisco, conocido por sus artistas, galerías y clubes nocturnos, antes de poner manos a la obra.
Al compás de un suave música new age, sin duda apropiada para la ocasión, los participantes —varios de ellos en parejas— entraron en habitaciones, donde podían estar separados por sexos o juntos.
"Este es un esfuerzo para contrarrestar siglos de censura, para hacer la masturbación más divertida y más accesible", dijo antes del comienzo Thomas W. Laqueur, profesor de historia en la Universidad de Berkeley, y autor del libro Sexo en solitario: Una historia cultural de la masturbación.
En el maratón se recaudarían fondos destinados al Centro para el Sexo y la Cultura, una organización sin fines de lucro que ofrece instrucción sobre la vida sexual y pretende "educar sexualmente a los estadounidenses".
Los maratones de masturbación de San Francisco han recaudado más de 25.000 dólares, dijo uno de los fundadores del Centro, Robert Lawrence.
El acontecimiento fue inspirado por otros realizados antes en varios estados norteamericanos, incluido Alaska, y en países como Alemania, donde los participantes han recaudado dinero, aunque en la privacidad de sus hogares. ©