Reserva femenina de la guerra santa

Ayman al Zawahiri, el número dos de Al Qaeda está siendo censurado por instar a las mujeres a permanecer en casa en lugar de participar en la yihad.

"La yihad es un deber personal al que todos estamos obligados", declaró Zawahiri a fines de abril. "Los muyahidin tienen derecho a valorar si es necesario reclutar a todos los musulmanes para la yihad". Zawahiri termina haciendo "un llamado a las musulmanas para que no dejen a sus hijos porque ellas no están comprometidas con la doctrina salafista. Deben estar siempre dispuestas a satisfacer las necesidades de los muyahidin al margen de la lucha".

Antes le hubieran hecho caso, pero el número de mujeres que perpetraron atentados suicidas en Irak desde enero se eleva a 18, según el Pentágono, más del doble que en 2007. "Reivindican la igualdad", señala Abdalá Rami, investigador.

"Cuando (Zawahiri) afirma que no debe haber mujeres en Al Qaeda me entristece y me choca", escribe una usuaria que firma "Compañera de las armas". "Al escucharle pensé que mi corazón iba a estallar dentro de mi pecho. ¡Cuantas veces he querido ser un hombre!".

Las devotas musulmanas han tardado en sumarse a la yihad . La primera mujer que se mató en un atentado, la libanesa Sana Khyadali, de 16 años, pertenecía a un partido nacionalista laico. Murió el 9 de abril de 1985 en Jezzin, en el sur de Líbano, junto con dos soldados israelíes.

En 2004, Reem Riyashi, de Gaza, fue la primera madre de familia en suicidarse, matando a cuatro israelíes. Dejó dos hijos huérfanos. Estaba vinculada a Hamás.

El jeque Yassin, jefe de Hamás, lo justificó: "Los combatientes varones se topan con muchos obstáculos. Las mujeres son la reserva de nuestro Ejército". (EL PAÍS DE MADRID)