Daniel Woolls, AP
Una estatua de Satanás en pleno pulmón de Madrid es la nueva controversia que ocupa los debates de los españoles tanto en los bares como en la prensa.
Hasta hace unas semanas, nadie le había puesto atención. Y es que dicha estatua, que según funcionarios municipales es la única de ese tipo que hay en una capital del mundo, lleva más de 100 años en el parque de El Retiro.
Pero la polémica se produjo cuando el gobierno socialista ordenó la retirada de la última estatua que quedaba en España del general Francisco Franco, el dictador fascista vilipendiado por la izquierda pero héroe aún para ciertas facciones de derecha.
Cuando los socialistas justificaron la medida aludiendo a que la escultura de Franco no gozaba del "consenso" necesario para ser exhibida en público, el periódico centro-derechista El Mundo publicó días después una serie de fotos de estatuas que también podrían considerarse polémicas, incluyendo la de Satanás en El Retiro. El artículo sacó del anonimato a la vieja estatua, cuya presencia era desconocida por muchos madrileños.
"Supe de la existencia de la estatua hace diez o 15 días", dijo Jesús de las Heras, cura madrileño e historiador de la Iglesia Católica.
La estatua muestra a un Lucifer como un hermoso ángel, su boca boquiabierta por el terror y serpientes con colmillos enredadas en sus piernas, mirando hacia el cielo mientras cae del mismo.
El retiro de la estatua de Franco de la plaza de San Juan causó gran revuelo. La oposición y numerosos partidarios del general criticaron al gobierno por la medida y se mostraron aún más contrariados de que hubiese sido retirada durante la noche. Cada año, los cada vez menos adeptos a Franco se concentraban en la estatua para conmemorar el aniversario de su muerte, el 20 de noviembre de 1975. Esta vez, en cambio, cientos de personas se presentaron en la plaza cuando la municipalidad se estaba llevando la estatua.
Desde que España regresó a la democracia tras la caída del régimen franquista, los nombres de las calles, plazas y monumentos que recuerdan la dictadura de 40 años han sido retirados o cambiados, aunque aún existen algunos.
La estatua de Satanás también ha generado interés del oficialismo en los últimos años, pero principalmente por parte del patrimonio cultural de Madrid. Cuando la alcaldía contrató a un grupo de historiadores para publicar un libro en 2003, los investigadores concluyeron que la estatua de Satanás era la única erguida en una capital del mundo, dijo Belén Sacristán, vocera del Departamento de Planeación Urbana de la alcaldía madrileña.
El ayuntamiento lanzó este mes una serie de cuentos para niños sobre los monumentos de la ciudad y el primer tomo está dedicado a esta estatua.
La escultura representa el momento en el que, según la Biblia, Lucifer es expulsado del Cielo por codiciar el poder de Dios y organizar una revuelta de ángeles en su contra.
La estatua fue creada por el español Ricardo Bellver a finales de la década de 1870. Bellver era un joven estudiante de arte que expuso su escultura en la Exposición Mundial de París en 1887. Originalmente, la estatua fue esculpida en yeso, pero su éxito fue tal, que hubo financiamiento para que la hiciera en bronce.
"¿Fue el diablo quien lo motivó a esculpirla? No, el artista sencillamente quería ser único", dijo Ángel del Río, un historiador que se especializa en Madrid.
La Iglesia Católica nunca protestó por la existencia de la estatua en Madrid, ya que no exalta al demonio, sino que es una representación de un personaje de la Biblia, dijo Manuel Bru, portavoz del arzobispado de Madrid.
No obstante, la estatua ha sido ya motivo de controversia en el pasado.
Del Río dijo que en las décadas de 1940 y 1950 la escultura era lugar de realización de ritos satánicos. ©