Deporte & Formación

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En pocas semanas se inaugura una obra que llena de orgullo a toda la comunidad de la Escuela y Liceo Elbio Fernández. Se trata de su nuevo polideportivo, a escasas dos cuadras de la histórica sede de la institución; un espacio moderno, multifuncional y con valor patrimonial, que marca un antes y un después en la infraestructura educativa, deportiva y social del Elbio y su comunidad .

Ubicado entre las calles Durazno, Maldonado y Carlos Quijano, el nuevo complejo deportivo cuenta con 5.800 metros cuadrados de construcción cubierta, y está destinado a estudiantes, exalumnos, familias, docentes y funcionarios del Elbio Fernández. El presidente de la institución, Enrique González de Toro, explicó que el proyecto nació a partir de una necesidad detectada en las encuestas de satisfacción que periódicamente se realizan a las familias del alumnado. “Nuestra comunidad es muy grande, y el deporte ocupa un lugar central en la formación integral de nuestros estudiantes, pero también en los equipos de ADIC, la Liga Universitaria, los grupos de padres y nuestros funcionarios. Este nuevo espacio permite integrar y centralizar toda esa actividad”, afirmó.

Las obras comenzaron en octubre de 2023, y como todo proceso presentó desafíos, sobre todo porque parte de la infraestructura se ubica en la antigua sede del Club Atlético Peñarol, que cuenta con protección patrimonial. “Había sectores con riesgo inminente de derrumbe y hubo que demolerlos. La Comisión de Patrimonio solicitó restituir esa parte a su estado original pero era inviable. Sí se mantuvo y refaccionó la fachada de estilo art déco de la calle Quijano, que será el acceso principal al polideportivo, y a la vez se recuperó la fachada de la calle Durazno junto a su bóveda interior, ambas realizadas por el arquitecto Julio Vilamajó”, explicó.

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La infraestructura promete tres canchas con medidas oficiales para voleibol, básquetbol, handball, futsal, fútbol 5 y hockey, además de dos gimnasios: uno tradicional y otro destinado a actividades como danza y gimnasia artística. Asimismo, debajo de la cúpula restaurada, se proyectó un área social con barbacoa y espacio multipropósito para eventos institucionales y familiares.

Las nuevas instalaciones no solo aseguran un desahogo para las actividades deportivas del colegio, y las centralizan –lo que representa mayor comodidad para las familias–, sino que además aseguran una gran potencialidad de uso, incluso como sede de campeonatos oficiales.

“Hace más de 110 años que estamos en esta manzana. Vemos un cambio social en el entorno, con nuevas construcciones que atraen a gente joven, y hay más movimiento. Creemos que esta obra también colabora en dinamizar el barrio pues nuestro objetivo es diferente al de un promotor privado, y estamos comprometidos con la zona”, concluyó.

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