Maximiliano Sigales llegó hace poco de Atenas de San Carlos a Godoy Cruz de Mendoza, debutó y metió el gol de la victoria.
Maximiliano Sigales tiene 22 años, mide 1,84, nació en Maldonado, en el último año vivió en uno de los apartamentos de Arcobaleno, en la parada 16 de la Mansa en Punta del Este, y en la pasada temporada de la Segunda División Profesional metió 11 goles en los 20 partidos que jugó -17 de titular- como punta en el Atenas de San Carlos.
Con esos datos, si el miércoles al mediodía se hubiera parado para cruzar en una de las soleadas y muy concurridas esquinas del microcentro de Mendoza, no hubiera pasado nada; sin embargo, en un minuto dos personas diferentes lo pararon: “¡Uruguayo! ¡Uruguayo! ¿Puede ser, uruguayo?” Y enseguida la clásica selfie, abrazándolo.
“A Godoy Cruz llegué a fines de junio y me integré a principios de julio. Esto es muy diferente a Uruguay, y más a la Segunda División, sobre todo en el tema de la velocidad; y la mayor diferencia está en la dinámica: acá prácticamente se juega a un toque, y más fuerte, mucho más fuerte”.
Sigales llegó a Godoy Cruz de Mendoza, además, como una alternativa a dos figuras como el ecuatoriano Ayoyí, integrante de la selección de Ecuador, y el “Morro” García, goleador del equipo mendocino en la temporada pasada; pero ambos estaban suspendidos, así que le tocó debutar como titular contra Huracán en la primera fecha del Torneo de Transición argentino.
“El técnico me dijo que jugara tranquilo, que él sabía que no era fácil venir de la ´B´ a la ‘A’ y tener que debutar de local, con toda la gente de acá, porque tenía que dar una buena imagen, y me pidió que corriera, no me pidió más nada. Bah…me pidió que hiciera la presión al doble cinco de ellos, junto con Garro, que fue el que jugó conmigo adelante; y… bueno, fruto de esa presión vino el gol nuestro. Fue bárbaro, porque todos los compañeros me felicitaron, mi familia y mis compañeros del Atenas me llamaron…”.
Y ahora los mendocinos lo paran para pedirle selfies; porque en el debut contra Huracán, Sigales robó una pelota, enfiló hacia el arco contrario y metió el gol de la victoria: “Estoy tranquilo, y agradecido. Con el ´Morro´ me llevo bárbaro, desde el primer dia que llegué, me explicó cómo era el club, los compañeros, la gente, me hizo conocer muchas partes de la ciudad, y en el vestuario es un fenómeno. A mí me sirve mucho en esta etapa que comienzo, y más en un fútbol que es muy diferente al uruguayo. Después, la ciudad es tranquila, muy limpia, las plazas son hermosas, grandes, se nota que no hay problemas en la calle, por eso me adapté, aunque creo que tiene 3.000.000 de habitantes y es muy diferente a Maldonado, que es mucho más quieta, salvo en los meses de verano”.
Además, un detalle que tal vez tuvo que ver con el debut impactante: “El clima es lo mejor que me pasó, es muy seco, y eso me ayudó en pila, porque allá en Uruguay es más húmedo y a veces me costaba, como que me aplastaba”.
“¡Uruguayo! ¡Uruguayo! ¿Puede ser, uruguayo?”; y sale la selfie en el centro de Mendoza, en donde vive y se está aquerenciando. Aunque todavía no da para gritar: “¡Maestro, Sigales es uruguayo!”.

SELECCIÓNJORGE SAVIA