ENRIQUE ARRILLAGA
Cuando Carrasco Polo aún no terminaba con la celebración del 19° Torneo Valentín Martínez, la directiva del club debió hacerle frente a otro hecho lamentable de violencia que protagonizaron seis jóvenes totalmente identificados con esta institución.
Es que el domingo por la noche, dos jugadores mayores y cuatro de la M19 de Polo que perdió la final de esta categoría con Old Boys, fueron partícipes de una agresión a la casa y al auto de Germán Albanell, el manager azulgrana.
Según supo Ovación, este grupo de jóvenes inadaptados pasó por la casa de Albanell en varias oportunidades, tiraron pintura y piedras sobre el auto y también hacia una ventana del domicilio, además de pinchar una de las ruedas del vehículo que quedó en pésimas condiciones. "En una decisión familiar nos propusimos no hacer declaraciones a la prensa. No queremos dañar a los chicos y para que esto no siga sucediendo, optamos por no hablar. Lo que se hizo, hecho está. Hicimos la denuncia y se está en el camino legal. Acá hay familias implicadas que nos conocemos y nos cruzamos todos los días porque somos del mismo barrio. Hay chicos que van a la facultad con mi hijo y hay mucho contacto amistoso en torno a todo esto", dijo Albanell.
Santiago Slinger, presidente de Carrasco Polo, mientras tanto, expresó que "todas las partes que tienen que saber del tema están notificadas como corresponde y con respecto a lo que siento, prefiero guardármelo".
El club ya tomó medidas con los seis involucrados y a uno de los jugadores lo suspendieron por dos años, al tiempo que para el resto hubo sanciones que van desde un año hasta 17 meses.
Estas sanciones no implican la expulsión de los jugadores; por el contrario, el club pretende tratar de rescatarlos y ordenarlos para que apliquen los valores formativos del rugby y que estas situaciones no se vuelvan a repetir.
"Cuando no habían pasado 12 horas de la denuncia que hizo Old Boys, ellos ya tenían los nombres de los seis implicados en el hecho", agregó Slinger.
El hecho sucedió el domingo por la noche, cuando el presidente de Polo todavía no terminaba de sacar la cabeza del Valentín Martínez. "Yo me enteré el lunes al mediodía, porque estando en el torneo te perdés de miles de cosas como estas", añadió Slinger.
Con respecto a la relación que existe entre ambas instituciones, Slinger dijo que "es excelente y por esto no se va a empañar; ya estuvimos reunidos varias veces después de lo sucedido y nosotros mismos le dimos los nombres de los involucrados".
La raíz de los hechos fue una protesta de Old Boys en el Valentín Martínez por un tackle alto de un jugador de Polo que fue expulsado y que no pudo jugar la final de M19.
Las consecuencias no fueron las mejores y no van de la mano con los valores del rugby, que fue protagonista de un hecho lamentable que tuvo como actores a jugadores que ya fueron sancionados.
La cifra
2
años de sanción tendrá uno de los seis implicados en la agresión a la casa y el auto de Albanell.
Para la directiva no fue la primera situación "fea"
Para Carrasco Polo la del domingo no fue la primera situación de violencia a la que esta Directiva tuvo que hacerle frente. Es que el sábado 6 de octubre, cuando la Primera División del "Caballito" se quedó por segundo año consecutivo con el Campeonato Uruguayo de rugby, un grupo de hinchas mostró en las tribunas del Estadio Charrúa una muñeca inflable con la vestimenta de Old Christians, el rival de turno, y pancartas que decían "Christian Namús", haciendo alusión a los hechos que habían tenido como protagonista a la boxeadora uruguaya en los días previos a ese encuentro. Tras la final, los dirigentes de Carrasco Polo actuaron de manera inmediata e hicieron públicas sus disculpas en nombre de esa minúscula porción de la hinchada del "Caballito".