Con información de La Nación / GDA
Tras la victoria de Boca Juniors ante Colo Colo, que lo clasificó a los octavos de final de la Copa Libertadores, se produjeron corridas y duros enfrentamientos entre las hinchadas de ambos equipos en las inmediaciones de La Bombonera. A través de distintos videos compartidos en las redes sociales quedaron registrados los palazos que se propiciaron los seguidores argentinos y chilenos. En la previa, los fanáticos del conjunto visitante saltaron los molinetes y confrontaron a la seguridad.

Una vez finalizado el encuentro se registraron provocaciones de parte de la hinchada visitante en los alrededores de La Boca que derivó en la violenta respuesta de los hinchas Xeneizes. Enseguida hubo empujones, gritos, patadas y objetos revoleados. Todo eso se tradujo en grupos de personas persiguiendo a otros por las calles del mencionado barrio porteño. A lo largo de la avenida Almirante Brown, en las cercanías de una estación de servicio fue donde se conglomeraron los hinchas para pelearse.

Los seguidores de Boca Juniors persiguieron a los de Colo Colo y golpearon a aquellos que caían al resbalarse en la vereda. Algunos de los incidentes fueron palizas grupales contra hinchas de Colo Colo que yacían indefensos en el suelo, en medio de la calle o la vereda. Los disturbios fueron el resultado de un día repleto de rispideces entre ambas parcialidades, ya que desde temprano hubo problemas en el hotel de Boca, se reportaron entradas falsas y además se traspasaron los molinetes en algunas de las barreras del círculo de seguridad dispuesto para llegar al estadio.

Minutos antes de que comenzara el partido, hubo momentos de tensión entre un grupo de hinchas de Colo Colo, policías, personal de seguridad y empleados del lugar en uno de los ingresos a la tribuna visitante. Los incidentes sucedieron a partir de la detección de entradas falsas. Hubo forcejeos en los molinetes y en el tabique de madera instalado sobre una vereda. Después de presionar a los encargados de verificar los boletos, varios simpatizantes lograron pasar en medio del descontrol.

Foto: diarioxeneize.com

Corría el 1991 cuando Boca y Colo Colo se midieron, como ayer, por Copa Libertadores, pero por semifinales. El Xeneize, que tenía a Óscar Tabárez como entrenador, llegaba como uno de los favoritos tras ganar la Liguilla Pre-Libertadores del año 89/90 con jugadores como Gabriel Batistuta.

En la Bombonera ganó el local 1-0 con gol de Alfredo Graciani, pero el clima tenso se asomaba. El juego de vuelta fue totalmente distinto. A los 55' Rubén Martínez puso en ventaja a los chilenos y 15' después llegó el segundo. Boca descontó con gol de Diego Latorre, que festejó eufórico en la cara de los hinchas rivales, pero el 3-1 de Colo Colo a falta de ocho minutos fue el clímax y desató la polémica.

Según la televisión chilena, Antonio Apud, futbolista de Boca, empujó a un camarógrafo y allí se desataría la batalla campal de aproximadamente 20 minutos con perros, camarógrafos revoleando cámaras y jugadores de ambos equipos. El resultado fue algunos heridos, como el maestro Tabárez, a quien le cortaron la cara en medio de la trifulca.

Al episodio se le llamó batalla de Macul, nombre de la comuna en la que se ubica el Estadio Monumental de Santiago. Ese año Colo Colo ganó la final y levantó la Libertadores por primera vez.

Pese a la clasificación, la victoria de Boca tuvo una contracara: durante el partido perdió a dos delanteros por lesiones musculares. Debieron salir reemplazados Luca Langoni y Miguel Merentiel, que cinco minutos antes había reemplazado a Benedetto. Los sobresaltos no terminaron ahí. En los minutos siguientes, Luis Advíncula y Frank Fabra, también encendieron las alarmas. Hicieron el esfuerzo de continuar porque Jorge Almirón ya había agotado las ventanas de cambios.