"No tengo que demostrar nada"

SILVIA PÉREZ

Martín Parodi. El día después de su regreso al fútbol uruguayo lo encontró haciendo gestiones para anotar a sus dos hijos, Juan Ignacio y Matías, en la escuela. Es que la familia Parodi ya estaba instalada en Paysandú y los pequeños concurrían allí a la escuela. Tuvieron que mudarse de apuro. Por suerte, esta vez fue sólo unos cientos de kilómetros, y eso, para quienes vivieron en Emiratos Árabes y en Grecia, no es nada. El "Ñato" volvió a jugar en su tierra después de once años de ausencia y tuvo tanta mala suerte que le tocó justo frente a Nacional.

- ¿Cómo se sintió jugando de nuevo en Uruguay después de tanto tiempo?

- Raro, fue algo muy especial. Pasó mucho tiempo. Creo que el último partido que jugué con Nacional fue por allá por noviembre o diciembre de 1996. Volver fue raro y especial y más aún por tener a Nacional, el equipo donde me inicié, enfrente.

- ¿Imaginaba que le iba a tocar justo ese debut?

- No, pero se dio la casualidad que mi tránsfer llegó justo para ese partido y como venía trabajando bien en las últimas dos semanas, el técnico me tuvo en cuenta.

- ¿Cuál fue su sensación en el momento de entrar a la cancha?

- No voy a mentir, ver esos colores no fue fácil, sobre todo teniendo en cuenta que había estado entrenando dos meses en Nacional. Pero traté de jugar de la mejor manera por el bien de Defensor Sporting.

- ¿Por qué cree que no se concretó su regreso a Nacional?

- No sé. Lo único que puedo decir es que no fue por un tema económico ni por falta de voluntad mía. Yo quería quedarme en Uruguay, la prueba está en que en tres días arreglé con Defensor Sporting.

- ¿Se había cansado de andar por el mundo?

- Podía haber vuelto a Emiratos Árabes o a Grecia, pero con mi esposa lo analizamos y decidimos quedarnos. Queríamos quedarnos en casa. Uno extraña y mis hijos hoy están disfrutando de una relación muy especial con sus cuatro abuelos. Están descubriendo una cantidad de cosas. Valoramos eso más que otras cosas. A veces el dinero no es todo.

- El hecho de no haber arreglado con Nacional, ¿le dio un sabor especial al partido? ¿Tuvo ganas de exhibir lo que se perdieron?

- Jamás voy a decir nada de eso. Nunca voy a pensar eso de demostrarles lo que se perdieron. Además, siento que ya no tengo que demostrarle nada a nadie. Hoy sólo pienso en brindarle lo mejor a Defensor Sporting. Me debo completamente a Defensor. Cuando decidieron contratarme, en Defensor no se cuestionaron nada, ni los directivos ni el cuerpo técnico.

- ¿Qué encontró en Defensor?

- Un equipo que está armado y al que es difícil entrar. Por eso mismo, hoy trato de trabajar mucho y mejorar cada vez más para tener un lugar en la oncena titular. Defensor es un equipo donde se trabaja muy en serio y las decisiones del técnico siempre se respetan. Más que un equipo, Defensor es una gran familia donde la gran mayoría de los jugadores se conocen y juegan juntos desde chicos. Somos muy pocos los que venimos de afuera. Un equipo así, tan joven, te compromete a trabajar porque el que esté mejor es el que va a jugar. Es lo que yo quería.

- Pero usted no desentonó en los 35 minutos que jugó.

- Sinceramente, no pensé que me iba a sentir tan bien. Se dio que entramos con Sebastián Fernández y pudimos hacer un par de buenas jugadas y crear otras tantas oportunidades de gol. Sobre todo teniendo en cuenta que el último partido que había jugado fue en abril. Estaba en Paysandú entrenando por mi cuenta y nunca es lo mismo que hacerlo en un grupo. Me ahogué un poco, sí, y todavía no estoy a la par de mis compañeros. Pero sé que puedo dar mucho más. En ese sentido el técnico Da Silva confía mucho en mí y eso también es importante.

- Hablamos de cómo se sintió al entrar a la cancha, y después, ¿que pasó?

- Lo mejor de todo fue haber ganado. Eso me dejó muy contento. A nadie le sirve perder. Y yo quiero ganarle al que esté enfrente. Siempre es así. Me sentí feliz y no me importó que fuera Nacional. Además, estos fueron tres puntos muy importantes porque nos metieron en la pelea por el campeonato.

- ¿Cómo ve el futuro de Defensor en la Copa?

- Si sigue haciendo las cosas así, puede seguir de largo. Además, yo no comparto eso que opina la mayoría de que jugar a dos frentes no es posible. He aprendido afuera que jugar miércoles y domingo es lo mejor. Y lo demostró ahora mismo Defensor Sporting, que jugó el jueves por la Copa Sudamericana, llegó el viernes a las tres de la tarde y el sábado hizo sólo un regenerativo. Sin embargo, jugó frente a Nacional con un ritmo impresionante.

Sin Carola no hubiese visto tanto mundo

Estudiantil de Paysandú, Nacional, Deportivo Español de Argentina, Toros Neza y Zacatepec de México, Huracán y Colón de Argentina, Panionios de Grecia y Al Ahli de Emiratos Arabes son los equipos que defendió Parodi. Algunos de ellos en dos períodos. Según cuenta, sus mejores momentos los pasó el primer año en Deportivo Español y las dos temporadas en Grecia donde su equipo jugó la UEFA dos años consecutivos. En Emiratos fue campeón con el equipo donde el rey es presidente honorario. "A los 14 años me di cuenta que el fútbol iba ser mi vida, pero nunca imaginé que me iba a llevar a tantos lugares diferentes. Eso sí, si no fuera por mi esposa, Carola, nunca hubiera salido de Paysandú".

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