Un monumento en honor de los miembros del Manchester United fallecidos en el accidente de avión tras su despegue del aeropuerto de Munich, el 6 de febrero de 1958, fue inaugurado ayer cerca del lugar de la tragedia en presencia de uno de los supervivientes, Bobby Charlton.
"Estoy muy emocionado", declaró Sir Bobby, que tiene ya 66 años, que fue campeón del mundo en 1966 y que resultó gravemente herido (fractura craneal) en el accidente.
Un total de 23 personas, entre ellas ocho jugadores y el entrenador Matt Busby, fallecieron cuando el aparato que transportaba a los Red Devils se estrelló poco después de su despegue del aeropuerto de Munich Riem, donde había hecho una escala técnica.
Varios directivos y periodistas perecieron también en la tragedia aérea, un suceso que debe empujar a "cualquier aficionado del Manchester a venir y rendir respeto" a las víctimas, según palabras de Charlton.
"Cada jugador del Manchester United actual tiene un trozo de Munich en su corazón", señaló un emocionado Charlton. AFP