Redacción El País
Manchester City se quedó con una Premier League muy disputada junto a Arsenal y seis días después tuvo que enfrentarse en el clásico ante el United con la posibilidad de un nuevo título: la FA Cup. Los de Pep Guardiola tuvieron unos minutos fatales que aprovecharon los de Erik ten Hag para quedarse con el título.

Sobre la media hora del partido Joško Gvardiol tuvo un error de cálculo imperdonable, lo dejó pagando al arquero Ortega y ahí estaba el argentino Alejandro Garnacho, cerca de la jugada, para aprovechar el error y abrir la cuenta para el United.

Un golpe duro para los de Pep Guardiola que venían de conseguir la liga y, nueve minutos después, recibieron el segundo.

Garnacho seguía encendido, tuvo un partido consagratorio. Recibió sobre la banda derecha, descargó para Bruno Fernández y el portugués le dio un pase exquisito a Kobbie Mainoo que estiró la ventaja antes del descanso.

El City estaba herido, no le encontraba la vuelta y comenzó a mejorar recién después de la salida por lesión del argentino Lisandro Martínez que le quitó al United la posibilidad de salir con pelota dominada desde el fondo y abrió la oportunidad para los de Guardiola de presionar.

El rédito para los Ciudadanos recién llegó sobre el final cuando, a los 87 minutos, en una buena acción personal, el belga Jeremy Doku sorprendió con un remate al primer palo que complicó al arquero Onana y le dio suspenso al final.

Pero el equipo de ten Hag mantuvo la calma. Salió Garnacho para el ingreso de Victor Lindelof, cerró el partido y así Manchester United se volvió a consagrar en la FA Cup que no conseguía desde 2016.