Liga fue más y goleó a un Peñarol inofensivo: 3-0

Peñarol sufrió ayer un gran golpe en sus ilusiones por meterse en la Copa Libertadores de América al ser goleado por Liga Deportiva de Quito.

El conjunto uruguayo no pudo aguantar el partido y pese a retirarse del primer tiempo con un resultado de igualdad en cero tanto por bando terminó sufriendo el castigo ecuatoriano que lo dejó con un pie afuera del certamen.

Liga, bajo la batuta del veterano Alex Aguinaga, impuso un toque sin pausa que agotó la resistencia defensiva aurinegra.

Es que a Peñarol no le había ido nada mal en la primera mitad, en la que supo gozar hasta de las buenas oportunidades para convertir. Especialmente porque su vocación ofensiva tuvo —por momentos— mayor velocidad y profundidad de la esperada.

Aunque Liga Deportiva en el primer período supo generar tres o cuatro oportunidades que pudieron darle la ventaja en esos 45 minutos, en los que Federico Elduayen fue importante con su actuación, el carbonero estuvo también a centímetros de ponerse en ventaja. Si no que le pregunten a Gabriel Cedrés, cuyo tremendo disparo de pelota quieta reventó en el ángulo del arquero Espinoza. O, en su defecto, a Gonzalo Pizzichillo y Carlos Bueno, quienes amenazaron con aplicar una estocada profunda del corazón de Liga y si no lo lograron fue por errores propios y no por virtudes defensivas del dueño de casa.

Pero ni uno ni otro tuvieron la suerte como para quebrar la paridad y la historia recién pudo ser modificada en el segundo tiempo. Allí, a Peñarol prácticamente le fue imposible amenazar con llevarse un buen resultado, porque el dominio del dueño de casa fue todavía más importante.

Y como las piernas flaquearon, aparecieron los errores que antes no se habían cometido en la muralla que se había montado para detener a los delanteros ecuatorianos. Una jugada de pizarrón, ayudada por la escasa respuesta aurinegra, fue lo que le posibilitó a Franklin Salas abrir el marcador.

El 1-0 le dio mayor tranquilidad al conjunto del peruano Juan Carlos Oblitas, que por si fuera poco tuvo toda la fortuna para ponerse 2-0 arriba. El remate de Roberto Palacios rebotó en la espalda de Graziani y Elduayen quedó tirado en el césped mientras la pelota entró por el medio del arco.

El negocio se había derrumbado del todo. Y lo peor es que ya no había forma de cambiar lo que estaba sucediendo, con la contra de que el panorama podía ser todavía peor. Y eso fue justamente lo que sucedió cuando Graziani lo dejó de cara al gol a Aguinaga. El experiente volante dio cátedra en definición y dejó a su equipo casi adentro de la Copa.

<SUBTITULOCONCATENADOAguinaga, clase que no se extingueSUBTITULOCONCATENADO> Alex Aguinaga fue la figura destacada del encuentro en donde se vio a un conjunto ecuatoriano muy superior a Peñarol. No en vano, la dirigencia de Liga Deportiva Universitaria apostó a los refuerzos que solicitó el técnico Juan Carlos Oblitas y armó un equipo tremendamente competitivo para encarar ya esta primera fase de la Libertadores.

Aguinaga, Gabriel García, "Chorri" Palacios y Ariel Graziani fueron quienes llegaron a un plantel que es la base de la selección local.

Hombres como Alfonso Obregón y Néicer Reasco, se fueron afianzando y terminaron mandando en el mediocampo. Y arriba, la velocidad de Franklin Salas resultó letal.

POCO. Del otro lado, lo que hicieron los aurinegros en el primer tiempo dio como para acunar una ilusión, especialmente por la buena producción en la contención. El buen trabajo defensivo del "Kily" González, la seguridad que demostró Federico Elduayen contendiendo y sacando un par de pelotas dificilísimas, el trajinar de Fabián Césaro y el permanente azote de Carlos Bueno y Gonzalo Pizzichillo en ofensiva, permitieron una tarea destacada del conjunto dirigido por Fernando Morena.