De a poco, todo empieza a ensamblarse en Nacional, donde hoy, después de que el equipo sacara un triunfo ajustado de visitante en Florida, por fin parece haber calma.
Los jugadores del plantel principal ya cobraron el salario correspondiente al mes de enero y entrenaron ayer en Los Céspedes, donde curiosamente, también, se organizó una plantación de árboles por la que cada homenajeado pagó una suma de US$ 300 para tener su asta con un distintivo.
Mientras las piezas se acomodan, Martín Lasarte y sus colaboradores continúan trabajando en silencio en pos de ajustar algunas falencias tácticas. La semana pasada, los entrenamientos dieron buenos resultados, pero no así el juego que mostró su equipo en Florida, según él mismo declaró. De todas formas, terminó sacando un triunfo valorable (por 3-2) contra Boston River y en una cancha que no estaba en las mejores condiciones.
Entre los puntos a pulir, entró la solidez defensiva, que en esta primera etapa no ha acompañado a Nacional ni le ha dado las mismas garantías que en el inicio de su ciclo, a mediados de 2024, a pesar de que algunos actores siguen siendo los mismos.
Los números dicen que, en las primeras cinco presentaciones oficiales de este año, Luis Mejía ya recibió seis goles en contra mientras que en el mismo tramo del período anterior, con el mismo DT, había concedido apenas uno.
No es la única alerta, sino que además el arquero nacido en Panamá también se arremangó con seis atajadas clave -contabilizadas por Ovación- que impidieron que su arco sufriera más reveses en esta primera etapa del campeonato.

Con dos cambios en la línea de cuatro defensas del semestre anterior (Emiliano Ancheta por Leandro Lozano, que se fue del club; y Julián Millán por Diego Polenta), el cuerpo técnico está obligado a repensar las claves para fortalecer a una defensa que cerró la temporada pasada como una de las menos vencidas del 2024 (fue solo superada por Peñarol, que apenas fue víctima de 18 goles en contra).
Si bien la línea de cuatro ya comienza a recitarse de memoria, Nacional tiene todavía la particularidad de que no ha terminado con la valla invicta en ningún partido. Contra Boston River se vio que, con apenas tres llegadas, sufrió dos goles, por lo que Lasarte tiene paño para trabajar.