"Mirá lo que parece!”; “nah... 3x1 en trajes, ja”; “si me sacás de la cintura para arriba, mejor, porque vine de championes”. La sección fotos fue un gran motivo de entretenimiento para los jugadores de Nacional, que ayer cayeron casi cronometrados, pasadas las 19, a la Chacra Lacrosse, donde se organizó la quinta edición de la gala tricolor.
Las bromas para Exequiel Mereles por el color de su saco gris -que coincidía con el de Nicolás Lodeiro, al que no le dijeron nada-, el chiste para Juan Pablo Patiño, Bruno Arady y Tomás Viera por tener trajes casi idénticos y el pedido especial del Pato Prieto a los camarógrafos fueron algunos de los comentarios que pintaron cómo el desparpajo, poco a poco, le fue ganando a la elegancia y al tinte protocolar.
Faltaba él. Sí, Pablo Peirano. El entrenador. Que apareció por detrás de todos los jugadores, acomodándose la parte de atrás de su traje, en una caminata derecho hacia las mesas, con toda la comitiva a su lado: Sebastián Eguren, Javier Tetes, Martín Ligüera y Pablo Budna.
Su comentario se hizo esperar: “¿Todo tranquilo?”. “¿Andan bien?”, dijo con simpatía, antes de escuchar un “qué tragedia”, que terminó de romper el hielo.
La vestimenta fue parte de un repertorio que hasta llevó a que Eguren -que normalmente muestra un perfil serio-, también se sumara al juego: “Si a tu colega le queda (el traje) se lo puedo prestar, je”, bromeó ante el pedido de un periodista.
Los jugadores del plantel principal asistieron a la gala tricolor. Hay al menos uno de ellos en cada mesa con los hinchas.
— Diego Domínguez (@Digadoma) September 18, 2025
Lo destinado será recaudado a una cancha multiproposito para Los Céspedes. pic.twitter.com/5j9VfwtZR3
El mánager general -el más predispuesto a conversar- hasta se animó a calzarse auriculares al mejor estilo movilero. En diálogo con Ovación, dijo, entre otras cosas: “No es que Nacional ‘salva’ el año si gana el Campeonato Uruguayo; el máximo objetivo es ser campeón”.
También habló de la importancia de ser local en el GPC en las finales y, en ese sentido, la directiva ya acordó que la obra del césped finalmente se postergará hasta luego de la definición.
A su vez, Eguren fue quien recomendó al Diente López no asistir al evento: “Está evolucionando favorablemente. Tenemos que tener cautela y no entorpecer eso. (...) Había que cuidarlo y no tenía sentido de que estuviera parado tres o cuatro horas, más allá de que tenía la intención de venir. Me parecía fundamental que pensara en la recuperación y no estuviera”.
El otro gran ausente de la noche fue Mauricio Pereyra, que quedará sujeto a una multa, según establece la normativa del club.
La cena tuvo un show de chistes, hubo tiempo para distinciones y hasta una subasta. La gala generalmente recauda entre US$ 50.000 y US$ 60.000, pero el buen rato “no tiene precio”, repetían algunos.