Fénix sigue con viento en la camiseta

| Se recuperó de la derrota ante Central Español y se reencontró con el triunfo ante un rival difícil

JOSE MASTANDREA

A los hinchas de Fénix les volvió la sonrisa en el Torneo Apertura. El equipo se recuperó de la derrota que sufrió el pasado fin de semana ante Central Español y venció 2 a 0 a River Plate en el Parque Saroldi. Sigue entre los de arriba y todavía tiene viento en la camiseta como para seguir soñando con pelear el campeonato.

Los que no pudieron cambiar la mueca de la derrota fueron los hinchas darseneros. Volvieron a caer, esta vez, en su propio escenario y se fueron molestos, enojados con el arbitraje.

Y puede que tengan algo de razón. Porque lo de Fernando Cabrera dejó mucho que desear. Se equivocó, es cierto, pero el que más lo hizo fue su primer asistente, Carlos Pastorino. Cobró posiciones adelantadas inexsistentes y no cobró otras —como en el segundo gol de Fénix— donde sí había jugadores en off-side.

De todas formas, el triunfo de Fénix resultó inobjetable. Fue más que River Plate y marcó esa diferencia cada vez que pisó el área.

El partido se hizo de ida y vuelta desde el inicio. Con buen trato de pelota, con dinámica, con ritmo, con buenas maniobras individuales. Pero a la hora de definir, los albivioletas contaron con un matador: Germán Hornos.

El delantero fue imparable y ya a los 14 minutos, logró despegarse de sus marcadores para definir en forma notable, por arriba, ante la salida de Emilio Haberli. Ese 1 a 0 condicionó el pleito.

River salió a buscar la igualdad. Sarkisian manejó la pelota y llevó a su equipo hacia la última zona visitante. Pero no tuvo eco. Ni Santiago Silva ni Richard Porta inquietaron al fondo albivioleta y ese dominio se diluyó.

Para colmo de males, a los ocho minutos del complemento, Porta se hizo expulsar de manera infantil. River insistió pero sin llegada. Fénix se dedicó a contragolpear. Se afirmó atrás, se replegó y jugó como más le convenía. Así fue como llegó al segundo gol. De contra. Con la velocidad de Cristian Castellano (y la complicidad del línea Pastorino) y el oportunismo de Hornos. Ese 2 a 0 a los 35 minutos de la segunda parte fue el punto final del duelo. River, con 10 hombres, igual buscó el gol. Y pudo lograrlo. Pero cuando la puntería fue buena, surgió la figura de Ignacio De León para mantener el cero en su valla.

Ganó Fénix. Sigue con viento en la camiseta.

Hornos no deja títere con cabeza

FENIX. De León: Impecable. Salvó un par de pelotas muy difíciles ante los delanteros rivales. J. Cabrera: Bien. No tuvo mucho trabajo pero cuando lo exigieron respondió en buena forma. Aguiar: Buen desempeño. Ganó por arriba y por abajo. Méndez: Correcta labor. Souza: No fue el de otros partidos pero no desentonó. Pellejero: Perdido en el mediocampo. A. González: Jugó un muy buen primer tiempo. De los mejores de su equipo. Vigneri: Intermitente. A veces bien, otras regular. Curbelo: Parejo a lo largo de los 90 minutos. Aportó buen trato de pelota. Hornos: Implacable. No perdona. Hizo los dos goles de Fénix. El primero con una gran definición por encima de Haberli. Cámpora: Flojo partido. Desconocido. Carballo: Un relojito suizo: nunca falla. Castellano: Bien. Abrió la cancha y encabezó varios contragolpes. Gestó el segundo gol. Broli: Aportó más contención en el medio.

RIVER PLATE. Haberli: Un par de errores que no pesaron en el tanteador. Vencido sin remedio. Tolosa: Le ganó a Cámpora pero no pudo con Castellano. M. Rodríguez: Sacó mucho. Sólo lo complicó Hornos. Pallas: El "9" de Fénix lo tuvo loco. Lo movió de un lado a otro. Ganó y perdió. Laserre: Flojo trabajo. Pineda: El toque rival lo desarmó. Varela: Por momentos fue él solo contra todos. De los más firmes de River. Diogo: Desconocido, sin fútbol ni buen trato de pelota. Sarkisian: El mejor de su equipo. Manejó el balón y fue de los pocos que se animó a encarar hacia el área rival. Le faltó compañía. Silva: Buscó y buscó pero no pudo con los defensas albivioletas. Porta: No había aportado mucho. En el segundo tiempo se hizo expulsar. L. Rodríguez: Insinuó más de lo que concretó. Mooke: Armó unos líos bárbaros con su velocidad. Le faltó puntería al pisar el área.

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