De Felippe, el DT que combatió en las Malvinas, logró tres ascensos y llevó a Central Córdoba a la Libertadores

El argentino de 62 años, que contagió a sus jugadores con su historia de superación y a quien el fútbol le había "salvó la vida" en la guerra, venció a su exequipo Vélez y alzó la Copa Argentina.

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Omar De Felippe, DT de Central Córdoba.
Omar De Felippe, DT de Central Córdoba.
Foto: Twitter y Prensa Central Córdoba.

Redacción El País / La Nación GDA
El Central Córdoba de los uruguayos Yonatthan Rak y Nicolás Quagliata logró un hito en Santa Fe. Con la obtención de la Copa Argentina, al vencer a Vélez por 1 a 0, se convirtió en el primer equipo de fútbol del norte argentino en ganar un torneo oficial. La consagración del equipo de Omar De Felippe es el mejor final para una campaña soñada, que tiene un premio más además del económico: el Ferroviario se clasificó a la etapa de grupos de la Copa Libertadores 2025.

Un camino y logro digno del entrenador argentino de 62 años, que ya tiene tres ascensos en su espalda y que combatió en la Guerra de las Malvinas. En Argentina lo llaman el "prócer" de Santiago del Estero, ciudad en la que está ubicada el club, ya que en 133 días hizo que un equipo, que parecía condenado al descenso, gritara por primera vez el dale campeón.

De Felippe y las veces que se visitó de héroe

A la izquierda, Omar De Felippe combatiendo en la Guerra de Las Malvinas.
A la izquierda, Omar De Felippe combatiendo en la Guerra de Las Malvinas.

En diciembre de 1981, en plena dictadura militar, Omar tenía 19 años. Jugaba en la Tercera División de Huracán y lo movía jugar al fútbol. De Felippe era soldado y estaba por llegar a la Primera. Hasta que en abril, Leopoldo Fortunato Galtieri, quien gobernaba, anunció la toma de las Islas Malvinas y el inicio del conflicto bélico. Y allí fue el actual DT, que varias veces dijo que "el fútbol le salvó la vida", porque cuando no comían y pasan frío, solo pensaba en eso.

“La verdad es que no comemos bien y como también sabrás, hace un frío de locos. Ya estamos cansados de estar acá y esperar que los ingleses traten de tomar las islas. Lo que queremos es que si no se arregla, que vengan así los reventemos o nos revientan”, le escribió De Felippe a su amigo Claudio Morresi desde las Islas Malvinas el 21 de mayo de 1982.

Omar, que estuvo en el campo de batalla hasta el día de la rendición argentina, integraba la clase 62, acompañado de otros nueve futbolistas que también combatieron en Malvinas.

Al finalizar la guerra, retomó su carrera: jugó dos temporadas en Huracán, para luego fichar en Arsenal, Once Caldas, Villa Mitre, Rosario y Olimpo. Como entrenador estuvo al mando de Olimpo, Quilmes, Independiente, Emelec, Vélez, Newell’s y Atlético Tucumán.

Los ascensos de Olimpo, Quilmes e Independiente

Lo de De Felippe ya no sorprende. Hizo resurgir de las cenizas a Olimpo, logró el ascenso a Primera y en 2011 consiguió un histórico cuarto puesto. Más tarde, en Quilmes, reemplazó a Caruso Lombardo, enhebró 7 victorias y fue subcampeón de River en el campeonato de Primera B Nacional 2012/2013. Al año siguiente, en Primera, terminó quinto.

Luego, fue el mismo entrenador el que le dio la inyección anímica justa a Independiente para conseguir el ascenso a Primera en 2014 luego de su histórico descenso. Hizo historia en Ecuador, consagrando a Emelec como tricampeón, algo inédito para ese club.

Y ahora esta gesta: campeón de la Copa Argentina con un equipo modesto que aprendió a potenciar sus fortalezas y disimular sus debilidades, y que después de derrotar a Vélez en la gran final se ilusiona con sumar otro título cuando defina la Supercopa Argentina con el campeón de la Liga.

La palabra de De Felippe tras salir campeón

"Lo comparto con mi familia, no la tengo acá y hace mucho que no la veo. No pude estar en el recibimiento del secundario de mi hija, espero que me lo perdone, pero no podía faltar acá, no podía dejar a los pibes solos ni un día. El laburo es así, hay que ir al trabajo y el sacrificio lo hace la familia", dijo el entrenador tras consagrarse.

Y habló sobre la fuerza de su equipo: "Laburamos en cambiarles la cabeza, fue asombroso todo. Arrancamos perdiendo con Riestra y empezamos a encontrar el rumbo. Los jugadores metieron huevos todos los partidos y eso se paga, este es el premio, lo vamos a disfrutar mucho tiempo. Entramos en la historia de un club muy humilde y de una provincia humilde. Ojalá podamos disfrutar esto mucho tiempo”.

También hizo referencia a su combate en Malvinas y dejó un mensaje a los veteranos de la guerra: "Nos pasa lo que le pasa a cualquier argentino: levantarte a las cinco de la mañana, tomarte un colectivo, ir a laburar, y la plata no te alcanza, pero tenés que seguir. Eso nos pasó allá, Si tenías hambre, frío, lo que sea, tenías que hacer fuego como sea y si había que robar para comer, se robaba. Pero había que subsistir. Esto es igual, hay que laburar, con frío, calor, hay que imponerse a todo en la vida. Estoy muy agradecido con muchos veteranos de la guerra, ellos hinchaban por Central Córdoba, se los quiero agradecer públicamente. Siento que los represento en algún punto, aunque sean hinchas de otros equipos. En la vida hay que lucharla todos los días".

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