La Nación / GDA
Hugo Ibarra fue despedido este martes como director técnico de Boca Juniors a una semana de que el equipo debute oficialmente en la Copa Libertadores 2023.
Juan Román Riquelme, amigo personal del histórico número 4 xeneize, le bajó el pulgar. Una decisión que tomó durante los últimos días, entre el homenaje que lo tuvo como una de las figuras en Villarreal, España, y el sorteo de la Copa Libertadores, que presenció en Asunción en la noche del lunes.
La campaña de Ibarra como entrenador fue positiva en cuanto a los números: condujo a Boca en 36 partidos, con un saldo de 20 triunfos, 7 empates y 9 derrotas, y una efectividad del 62%; su equipo anotó 44 goles y le anotaron 33 tantos. Durante su gestión consiguió dos títulos: la Liga Profesional 2022 y la Supercopa Argentina.
Por tercera vez consecutiva desde que Jorge Ameal es presidente, un entrenador es despedido. Los desempeños de una formación sin brújula futbolística -no solo se trató de los resultados- y la relación con referentes del plantel y que se enfrió, fueron algunas de las razones que llevaron a Ibarra hacia la puerta de salida.
Mariano Herrón (DT de la Reserva), seguramente, o Blas Giunta (coordinador de Inferiores) son sus posibles reemplazantes temporarios. Los dos nombres de peso que suenan para asumir próximamente son Gerardo Martino (viene de dirigir a la selección de México) y José Pekerman, de buena relación con Riquelme y con un reciente y breve paso por Venezuela.
Después de 260 días al frente del equipo, el tridente encabezado por el exfutbolista no solo se convierte en el ciclo más breve para un cuerpo técnico durante esta gestión, sino que hay que remontarse a 2010 para encontrar un entrenador que haya durado menos tiempo que el formoseño: Abel Alves, que estuvo solo 67 días al frente del plantel.
Después de 8 fechas, Boca suma 11 puntos sobre 24 posibles, con el agravante de que todavía no jugó contra ninguno de los clásicos: el primero será frente a San Lorenzo, el actual puntero, en la fecha 11. Apenas sumó uno de los últimos nueve puntos, y en la Liga viene de perder por 3-2 con Instituto en la Bombonera. El ajustado triunfo por 2-1 ante Olimpo de Bahía Blanca, en Chaco, por la Copa Argentina, incluyó otra floja actuación del equipo, lo que determinó su punto final.
“Es un buen triunfo. Los jugadores lo hicieron muy bien. ¿Mi continuidad? Yo hoy vine a dirigir. Ustedes tienen información, háblenlo con sus informantes. Este es un año político. No soy un improvisado. No tengo que contestar eso porque estoy perfecto. Estoy bárbaro”, dijo Ibarra, el sábado pasado. “Mi salud, ya está... Hablen del partido. Ahora hay que pensar en Barracas Central, que es el próximo partido, después veremos lo de la Copa (Libertadores)”, había señalado durante un tenso encuentro con la prensa en Chaco.
Después de ese encuentro también quedó expuesto que no contaba con el apoyo firme de parte de los jugadores. Darío Benedetto, uno de los referentes, expresó entonces: “Escuchamos lo de Ibarra, pero son cosas en las que no nos podemos meter. Son temas del cuerpo técnico con los dirigentes. Nosotros simplemente hacemos caso y tenemos que jugar a la pelota”.