La Asociación Uruguaya de Fútbol resolvió suspender el Campeonato Apertura, tras los graves incidentes registrados en el Estadio Jardines del Hipódromo entre hinchas de Nacional (los promotores, los que provocaron) y Danubio (los que reaccionaron).
La medida es correcta, porque no fue un incidente aislado en un encuentro de fútbol, sino la reiteración de ese mal endémico que rodea a nuestro principal deporte con nauseabunda normalidad. Hace demasiado tiempo que estos hechos se reproducen los fines de semana, en una escalada sin horizonte final. Y ya no cabe ni siquiera la advertencia de que "en cualquier momento va a haber un muerto", porque esto ya ocurrió, y su vida se pagó con una quita de puntos al cuadro de los agresores.
En lo ocurrido el domingo cabe cuestionar la tardía actuación policial. Había decenas de granaderos (que no son policías comunes) en Jardines y, por lo menos, tardaron 15 minutos en actuar, porque no se les dio la orden. Hay allí una notoria responsabilidad que justifica la iracundia de los directivos de Danubio. De acuerdo a lo que expresó su delegado, Héctor del Campo, "se pusieron 120 policías" y se rechazaron 50 más que ofreció pagar Danubio, para evitar que pasara lo que pasó. Se actuó tarde, pero lo lamentable es que el tema no se circunscribe a la actuación correcta o incorrecta de la policía, sino a la reiteración de violencia dentro de una escenario deportivo o en sus alrededores.
Todos saben que las hinchadas -sobre todo el sector "pesado"- reciben entradas de favor y que ellas, por temor o demagogia, son facilitadas por personas allegadas a las Directivas de cada institución. En este país donde todos se conocen, la policía debe saber de memoria quien es quien en cada hinchada. Hay kilómetros de grabaciones de cámaras de seguridad y canales de televisión, más las fotos de los diarios, que permiten identificar a los violentos. ¿Por qué se les sigue permitiendo el acceso? ¿Por qué se les sigue dando entradas de favor? ¡No hay más entradas de favor! ¡Se acabó!
Estos son los puntos que deben resolver la AUF y el Ministerio del Interior. Mientras no lo hagan, seguiremos cada tanto con este tema para decir que nada ha cambiado.