Tapar el sol con un dedo

Más allá de vanos intentos del FA por mostrar unidad, lo que publicó ayer el semanario Búsqueda fue categórico. El periodista Santiago Sánchez relata que “en el entorno del intendente aseguran que Bergara nunca atacó a Cosse, aunque son varios los jerarcas de la intendencia que off the récord cuestionan la herencia de la vicepresidenta. ‘No se puede tapar el sol con un dedo’, dijo un dirigente del Frente Amplio, que relató que dentro de la izquierda hay en varios sectores disconformidad con la anterior gestión”.

Que la administración Cosse fue más que objetable en el manejo de los recursos públicos ya no es sorpresa para nadie.

Lo admitió explícitamente su sucesor Mauricio Zunino en entrevista concedida el 3 de julio al mismo semanario: “la Dirección de Gestión Humana tenía un manejo muy autónomo y tenía poca relación, por ejemplo, con la de Recursos Financieros. Entonces, Recursos Financieros se enteraba de las modificaciones de Gestión Humana cuando las pagaba, pero no se planificaban. Es un rubro que pesa el 40% o 45% del presupuesto y que, en realidad, la dirección de planificación económica no manejaba. Lo pagaba, pero no lo manejaba. Eso terminaba generando problemas”.

Fue todavía más claro. Agregó que hubo “procedimientos de gasto que no incluyeron procedimientos de compra y, por lo tanto, también se llegaba al momento de tener que pagar sin la planificación de ese gasto. Ahí hubo problemas que tuvimos que corregir con algunos departamentos que tenían básicamente un sobregasto utilizando ese procedimiento que no te permitía anticipar el mecanismo de compra. Como no pasaba por mecanismo de compra, pero pasaba sí por mecanismo de pago, te enterabas recién al final. La parte financiera de la IM no se enteraba hasta que pagaba”.

Cuando los periodistas Lucía Cuberos y Santiago Sánchez preguntan a Zunino qué interpretación da a esta insólita imprevisión administrativa, él se limita a responder: “queda para mi”. Muy lindo todo. Y altamente revelador de esa compulsión al gasto que caracteriza a la izquierda desde siempre, desde sus sensibleras velitas encendidas al socialismo con plata del contribuyente hasta su inveterada incapacidad de planificación presupuestal. Qué les importa, si igual después tienen a un analista como Daniel Chasquetti, diciendo que “a la derecha le importa el mercado y a la izquierda, en cambio, aumentar el gasto para los más vulnerables” (sic).

El panorama de desparpajo financiero se completa con las declaraciones de la actual directora del área, Laura Tabárez, a la Junta Departamental, divulgadas el viernes 5 por El Observador. Ella reconoce que el impacto en el déficit de 2024 de la baja de transferencias del estado a la IM fue de apenas un 2,6% (lejos del “ahogo financiero” que ha estado señalando la vicepresidenta).

No es casual que después de estas graves revelaciones, el sector político que lidera Cosse comenzó a vaciarse de gente. Cabría preguntarse si ese éxodo augura su ocaso político, aunque eso es algo que no está tan claro. En los últimos días, el presidente Fernando Pereira realiza ingentes esfuerzos para realinear la tropa, pero se abre un nuevo foco de tensión en torno al proyecto de movilidad metropolitana, que se impulsa desde el Ministerio de Transporte y Obras Públicas pero no parece del agrado del intendente Bergara.

“En Ciudad de la Costa está el espacio para trabajar sin grandes afectaciones de movilidad. Pero en Montevideo está el hecho de que, además de eso, va a haber arterias muy importantes alteradas por el transcurso del desarrollo del proyecto”, observó el intendente en un evento organizado por la Cámara de Comercio de Ciudad de la Costa. ¿Estará dispuesto a dar luz verde a una obra que convertiría en un caos el tránsito vehicular por 18 de Julio y 8 de Octubre, incluso durante el año electoral de 2030? Da la sensación de que advierte el trasfondo de la negociación por la que desistió competir como precandidato presidencial, a cambio del respaldo del MPP para su actual cargo. ¿Sacaron de competencia al único dirigente astorista y le asignaron el rol de realizar un ajuste impopular pero imprescindible desde la Intendencia, para que esta, saneada, vuelva a manos de ellos en 2030?

Cuenta una leyenda urbana que, en 2019, un dirigente frentista de primera línea le dijo a otro nacionalista, palabras más, palabras menos: “a nosotros nos conviene que ganen ustedes, así pagan el costo político por ordenar la casa y volvemos en 2025 con la economía saneada”.

¿Habrán asignado el mismo rol a Bergara?