Mientras se extiende parsimoniosamente el gobierno del Frente Amplio en su nueva era posliderazgos históricos y victoriosos (Astori-Mujica-Vázquez), se siguen publicando libros que narran episodios vinculados a la historia de la izquierda, y en particular del Partido Comunista en el Uruguay (PCU), que durante años han permanecido ocultos.
Quienes están en esa tarea no son, infelizmente, exponentes de la academia vinculados al estudio de la Historia. Sabido es, en efecto, que sobre lo ocurrido en los últimos sesenta años en Uruguay se hace muy difícil encontrar libros de especialistas que se atengan a lo que verdaderamente pasó. Por poner un ejemplo ilustrativo: ha sido el periodismo el que ha reflotado todo el episodio de febrero de 1973 para, desde allí, analizar más y mejor lo que fue el proceso del golpe de Estado que culminó en junio de ese año y que, por meses, tuvo a gran parte de la izquierda completamente alineada con los intereses militares golpistas.
Uno de esos actores del mundo periodístico que se ha dedicado a investigar documentos y a narrar lo que realmente pasó en aquellos años es Álvaro Alfonso. En la misma línea que el fundamental del año pasado, “Computadora: la caída de la red clandestina del PCU”, Alfonso acaba de publicar el libro “Más secretos del PCU”, con aportes sustanciales de distintas fuentes. Se destaca sobre todo entre ellas lo que se conoce como el “Archivo Castiglioni”, que por años estuvo en sede judicial, al que era muy difícil acceder, y cuyo contenido buena parte de la izquierda pretendió dejar limitado solamente a especialistas-historiadores totalmente adictos al campo ideológico simpatizante del Frente Amplio.
Se trata de un libro que, como en el caso de “Computadora”, va a traer cola. No omite datos fundamentales que son bien conocidos: desde el reconocimiento y descripción de las brutales torturas que recibieron muchos comunistas en tiempos de dictadura, hasta la confesión de que la afirmación de que Rodney Arismendi había entregado el fichero de integrantes del PCU para poder exiliarse en la Unión Soviética es un invento de los militares, hay varias páginas cuya información vuelve sobre temas que ya se han tratado sobre la historia reciente izquierdista.
Pero lo mejor son los datos y documentos nuevos que la investigación de Alfonso pone sobre la mesa. En una presentación que va desde los años 1960 hasta operaciones de inteligencia internacional que involucran a la CIA de Estados Unidos en plena democracia pos 1985, el abanico es amplio y deja al lector muchas veces perplejo por la cantidad y la gravedad de la información que allí se expone. Cuarenta años más tarde, cuesta creer que el control militar autónomo de los movimientos comunistas en la apertura democrática implicara, incluso, que funcionarios de inteligencia lograran disponer de llaves de la sede misma del PCU de manera de poder entrar, tranquilamente y en horas discretas, tomar documentos, sacarles copia, y volver a ingresarlos en esa sede con total discreción.
A cuatro décadas de todo aquello también resulta entre asombroso y apasionante para cualquiera que se interese por la historia política del continente, constatar que con nuestra apertura democrática Fidel Castro decidió instalar un centro de operaciones de inteligencia comunista internacional en Uruguay, de manera de tratar de incidir, antes de la caída del muro de Berlín, en la política del cono sur. Al punto de que esos movimientos, que involucraron un protagonismo amplio de diplomáticos cubanos en Montevideo y el arrendamiento de una habitación de hotel céntrica a partir de la cual poder llevar adelante las tareas de espionaje, forzaron a la CIA a extender también aquí sus redes de información. De golpe, con descripciones que a veces resultan como salidas de las mejores películas de espionaje, el lector cae en la cuenta de que Montevideo se transformó en la segunda mitad de los años 80 en una sede de espionaje y contraespionaje internacional que involucró directamente a las grandes potencias que libraban por esos años la Guerra Fría.
Hay mucho más que el libro describe y que resulta muy importante: nombres y vínculos militares con el mundo político de aquellos años; financiación concreta de acciones comunistas por parte de la Unión Soviética; o protagonismos de dirigentes de la izquierda que incluso hoy siguen ocupando lugares relevantes en la política nacional.
Alfonso saca así a luz información reservada sobre una izquierda y un PCU que siguen estando llenos de incómodos secretos.