El anuncio de que Gabriel Oddone sería el ministro de Economía en caso de triunfar el Frente Amplio acaparó los titulares de los medios estos últimos días. Pese a que el candidato presidencial frentista y su jefe de campaña habían dicho que no iban a anunciar cargos ya que eso implicaba “vender la piel del oso antes de cazarlo” la dinámica de una campaña en la que no dan pie con bola les forzó el brazo. Lo cierto es que ese anuncio que supo ser fuente de fortaleza en campañas anteriores, como cuando Vázquez anunció a Astori en 2004, en esta caso desnuda la debilidad de Orsi y su endeble desempeño.
La posibilidad de que Oddone fuera el potencial ministro de Economía de un eventual gobierno del Frente Amplio hace tiempo que está sobre la mesa. Su propia exposición pública en los últimos meses dio mucho que hablar y genero un intenso debate -¡uno más y van...!- en la interna de la coalición de izquierda. Sería interesante conocer cuál es la verdadera posición que tendría un gobierno de Orsi ante temas fundamentales sobre los que existen importantes contradicciones entre las bases programáticas frentistas y el candidato a ministro de Economía. Es información fundamental para el votante, sobre la que no se debe ser ambiguo aunque sea la especialidad del candidato presidencial que es incapaz de optar entre Peñarol y Nacional.
Oddone afirmó que no es necesario aumentar los impuestos pero las bases dicen que se va a incrementar la carga sobre el capital y la renta, vale decir, los ingresos de los trabajadores. ¿Dónde está la verdad? Oddone dice que hay que flexibilizar el mercado laboral y el programa del Frente propone incluso revertir lo que se avanzó en el actual gobierno, ¿quién está mintiendo? Oddone sostiene que los salarios deben desindexarse, vale decir, no deben aumentar de acuerdo al incremento de la inflación y el presidente del Frente Amplio dice que la posición del partido es la contraria, ¿quién está engañando a los uruguayos? Oddone manifestó que estaba de acuerdo con la posición de Azucena Arbeleche sobre el plebiscito de la seguridad social, ahora dice que no es tan malo, ¿será el precio que pagó para ser candidato a ministro?
En muchos temas existen enormes contradicciones que confirman el caos en que está sumido el Frente Amplio. Este partido sin liderazgo y sin visión de país, sin propuestas y sin rumbo, no está en condiciones de gobernar al Uruguay. Los primeros en cuestionar a Oddone han sido sus propios correligionarios, por si faltara algo. Castillo manifestó que no le gusta y Constanza Moreira que es el representante de las grandes empresas. Es muy difícil que le pueda ir bien a un ministro de Economía que antes de asumir ya está cuestionado por su propio partido y demuestra que van a existir conflictos permanentes e incluso que puede no tener respaldo parlamentario llegado el caso de una interpelación, por ejemplo. En estas condiciones ¿cuánto puede durar Oddone al frente del Ministerio?
Las peleas intestinas que asolan al Frente Amplio modelo 2024 hacen que indudablemente estemos ante su peor versión en su medio siglo de vida. Sin ideas nuevas, solo pensando en volver atrás con lo logrado en este gobierno y con un candidato presidencial que es incapaz de dar una conferencia de prensa o hacer un discurso sin meter la pata, el país estará ante un escenario muy complejo en caso de que retrocedamos a un nuevo gobierno de izquierda.
La Coalición Republicana, mientras tanto, se presenta mucho más sólida que la elección pasada. Con un compromiso ya asumido antes de la elección de votar juntos en la segunda vuelta, con la demostración de que pudo gobernar 5 años cuando casi todos los opinólogos decían que no iba a durar y con una experiencia de gobierno exitoso que la avalan, ciertamente puede ofrecer certezas a los uruguayos.
Todos los partidos de la Coalición tienen programas de gobierno con propuestas concretas, a diferencia del berenjenal en que está perdido el Frente Amplio entre sus bases y sus medidas prioritarias. Nada de eso es un programa y nada de eso tiene propuestas concretas. No se puede ser tan amateur y desprolijo y pretender gobernar bien un país. El panorama hacia octubre y noviembre, por tanto, es muy claro, la elección que enfrentamos es entre futuro y pasado, entre avanzar o retroceder y, más importante aún, entre orden y caos. Esta no es una elección más, lo que podemos esperar en caso de triunfar el Frente Amplio es alarmante y esto debemos tenerlo claro todos al momento de emitir nuestro sufragio.