Hace pocos días Javier García presentó renuncia a su cargo de Ministro de Defensa Nacional. No fue el único que dio ese paso para dedicarse a la campaña política-electoral, que para personas y políticos serios son incompatibles con cargos administrativos. Es una cuestión de honorabilidad y respeto. También renunció el Secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, lo hizo el Ministro de Desarrollo Social, Martín Lema, y lo hizo el Intendente de Canelones, Yamandú Orsi. Solo no lo hizo y se limitó a pedir licencia para dedicarse a hacer política, la intendente de Montevideo Carolina Cosse (¿por qué?).
“Javier García ha sido un gran ministro. Cumpliendo con el rol propio de su cartera y apoyando a las fuerzas armadas en tareas extraordinarias en las crisis que afrontamos. Además ha aportado al Poder Ejecutivo con su inteligencia y espíritu de cuerpo. ¡Gracias, Javier!”. Con estas palabras, el Presidente de la República Luis Lacalle Pou aceptó e hizo pública la renuncia presentada por su Ministro de Defensa Nacional, cargo que había asumido de pique el 1° de marzo de 2020.
Desde el principio en la gestión del Presidente y desde el principio marcando una nueva tónica en el Ministerio y las Fuerzas Armadas, después de 15 años de gobiernos frenteamplistas que hicieron y deshicieron a su antojo.
Javier García como ministro marcó un estilo y un reconocimiento; definió que la Defensa Nacional es seguridad humana, es cuidado de la soberanía, es seguridad de la fronteras terrestres, marítimas y aéreas, es defensa del medio ambiente, es apoyo y ayuda a las instituciones de salud (durante la pandemia fueron grandes protagonistas), es colaboración en la ciencia y es asistencia a las políticas gubernamentales apoyadas por el Mides. Y fue categórico cuando dijo que “la existencia de las Fuerzas Armadas es definitorio de nuestro Estados Nación, democrático y soberano. Ellas son parte inherentes de nuestra democracia”.
Y es así. Simplemente si se observa un almanaque vemos que prácticamente todas nuestras fechas patrias, en mayor o menor grado, están vinculadas con los hombres que lucharon, combatieron y apostaron su vida por la independencia y la forja de nuestro país. Y esos hombres fueron nuestros soldados, nuestro ejército, en aquellos tiempos que empezaron en Las Piedras, años más tarde con la declaratoria de nuestra independencia (nada que ver con el día del comité de base que festeja el FA justo el 25 de agosto) y terminaron jurando la Constitución de la República Oriental del Uruguay.
Hay mucho para destacar sobre su gestión como Ministro. Veamos, solo algunos temas.
-Durante muchos años (coincidencia con los gobiernos frenteamplistas) los soldados se convirtieron en los “parias” de la sociedad uruguaya. Olvidados y despreciados a la hora de reconocer sus méritos y sacrificios. Fue este gobierno y el ministro García (con el respaldo de la Coalición Republicana en el Parlamento) que se inició un proceso de recuperación del salario de los soldados que ha permitido una reducción de la brecha con los salarios de la administración pública.
-Se preocupó del equipamiento de las Fuerzas Armadas que inició con la compra de dos aviones Hércules a España y culminó con la adquisición de dos nuevos buques de patrulla oceánica que llegarán en el 2025.
-Impulsó fuertemente la política de derechos humanos y desnudó las falsedades de las políticas del FA sobre el tema. Entregó información, que antes había sido negada a la Justicia, a los familiares de desaparecidos e incluso a particulares. “Nos han brindado toda la información que hemos solicitado. Eso no pasaba en otras administraciones” dijo el fiscal Perciballe a radio El Espectador en octubre del año pasado.
-Junto al ministro de Educación, Pablo da Silveira impulsó un proyecto de ley para abrir todos los archivos originados en la dictadura, para que quien tenga interés puede acceder libremente a ellos y conocer “toda la verdad”. El proyecto ha recibido la aprobación del Senado de la República y se encuentra en la comisión de Educación de la Cámara de Diputados.
-Aplicó la ley de “patrullaje fronterizo”, sancionada en 2018, pero que nunca se había empleado.
-Estuvo en la primera línea de combate y de solidaridad en las difíciles horas del covid y luego abrió sus cuarteles para colaborar con el Mides.
Hay mucho más, pero este repaso sirve para recordar qué y cómo fue la gestión del ministro Javier García. No hay duda de que no hay mejor campaña electoral que tener una buena gestión. Y vaya si la tuvo.