Álvaro Perrone tiene muy claro a lo que juega. Desde el domingo 24 de noviembre de 2024 a las 20hs, cuando todo el Uruguay supo que Yamandú Orsi sería el próximo Presidente de la República, el diputado de Cabildo Abierto supo cuál sería su juego. La única duda que queda es que opinan al respecto Silvana Pérez Bonavita (la otra diputada de Cabildo Abierto) y el líder del partido, Guido Manini Ríos.
Podemos edulcorar un poco el tema, “vestir a la novia” decían en otras épocas. Pero en este caso la realidad es nítida, Álvaro Perrone está dispuesto a utilizar todo el poder que la lotería parlamentaria dejó en sus manos para darle al Frente Amplio la mayoría que el electorado no le otorgó en la Cámara de Diputados. Su voto, junto con el de su compañera, serían los dos votos que le restan al Frente Amplio para alcanzar los 50 y poder aprobar la agenda que entienda pertinente en la cámara baja.
Claro que los acuerdos políticos son parte del sistema. Nada malo tiene en sí mismo negociar y acordar. Lo que sí parece extraño es que el partido que estaba “más a la derecha”, y que muchas veces criticó al gobierno anterior por no ir suficientemente a fondo en los cambios sobre lo el Frente Amplio había dejado, sea hoy justamente el bastón de este partido.
Un político, un periodista o un analista puede llegar a entender las explicaciones que estas piruetas políticas pueden tener. Pero sería muy extraño que la gente común, en general más simple pero acertada en los análisis que los políticos, acepte como razonable que los dos diputados de Cabildo Abierto ayuden al Frente Amplio en cuenta interpelación y ley importante aparezca.
Por estos días Alvaro Perrone es el diputado preferido de los medios compañeros: M24, Caras y Caretas, La Diaria y otros. En ellos con su habitual contundencia y agresividad Perrone articula explicaciones: “cabildo sigue impulsando la misma agenda pero es el FA que se acercó”, “Oddone atiende más los reclamos de cabildo que Arbeleche”, y “que los blancos y colorados son los que rompieron el diálogo”.
Estos medios se están aburriendo de hacer notas de este cabildante criticando a la coalición, un género perfecto para la liturgia frenteamplista: “miren si tendremos razón que hasta Cabildo los critica”. Incluso Perrone salió a criticar durísimo a la oposición por defender a Da Silva ante la embestida del FA contra él, “es como la maestra con todos de la mano, parece que Da Silva va así y todos de la mano atrás”.
Perrone está jugado. En esta gira mediática con medios de izquierda, dió una entrevista al al influencer comunista Marcos Casas en la que se despachó contra Arbeleche y cuestionó a dos ex compañeras de partido por argumentar contra la eutanasia. ¿Cabildo Abierto renunció a ser un partido conservador en lo social? Si así fuera cabe preguntarse a qué juega como partido, a que nicho pretende representar. Ser el bastón de apoyo para el Frente Amplio no parece ser un rol que sus votantes vayan a valorar especialmente.
A esta altura, la única pregunta relevante es que hará Guido Manini Ríos y Silvana Pérez Bonavita ante esto. Manini está en una situación muy incómoda, o calla y admite el servilismo de su “diputado estrella” con el Frente Amplio o marca distancia y corre el riesgo de quedarse sin los pocos diputados que obtuvo. En cualquier caso, la supervivencia política está en riesgo.
Pérez Bonavita está en un sorprendente silencio dada la relevancia de su escaño. Sin embargo, a la hora de la verdad, el voto de su banca estuvo para aprobar la rendición de cuentas al Frente Amplio (previo pasaje de Perrone por el despacho de Alejandro Sánchez), y salvar al Ministro Ortuño de cualquier connotación negativa luego de la interpelación. Si tiene opinión distinta o está plenamente representada por la retórica de Perrone es lo que averiguaremos a la brevedad.
Cabildo Abierto tiene un problema de supervivencia. Ante esto Perrone lo tiene muy claro: va a exprimir al máximo la brutal incidencia que la matemática parlamentaria le dio y arreglará con el Frente Amplio lo que tenga que arreglar. Salvo que Guido Manini Ríos y Silvana Bonavita tengan una firme posición en contrario, la legislatura parlamentaria será para el Frente Amplio mucho más simple de lo que se esperaba.
El problema será en 2029 cuando haya que explicarle a los pocos votantes de Cabildo Abierto que se apoyó al Frente Amplio en cuanta votación polémica hubo; pero eso no será problema de Álvaro Perrone que ya habrá hecho su negocio.