Así va este mundo

UN informe sobre Latinoamérica fue emitido recientemente por la organización Diálogo Interamericano, que tiene sede en Washington. En ese documento la entidad emite un diagnóstico bastante desalentador sobre esta región del mundo, señalando "el estancamiento de las economías y el incremento de la pobreza", dos rasgos que no descubren la pólvora pero caracterizan tristemente a la porción meridional del hemisferio. Los males anotados, según el informe, "se traducen en una crítica generalizada hacia las reformas que predominaron en la década del 90", aunque el texto se vuelve tranquilizador cuando agrega que "existen muy pocas evidencias de apoyo a una corriente alternativa a la economía de mercado y la democracia" aludiendo tal vez a las eventualidades de un estallido social, un brote revolucionario o quizás una economía planificada.

LO que preocupa expresamente a Diálogo Interamericano sería "que los pueblos y gobiernos están perdiendo confianza en las reformas políticas y económicas que predominaron en gran parte de la región durante los pasados 20 años", desgaste que se ha agudizado últimamente. El informe fue redactado por cien analistas y políticos, la mitad de los cuales son norteamericanos mientras la otra mitad se integra con latinoamericanos, canadienses y caribeños. En el documento se hace referencia a la mayoría de los países del área "aunque no se menciona el caso del Uruguay". Un directivo de la institución añadió que "en los doce informes elaborados por el grupo desde su fundación, sólo los de 1992 y 1994 tuvieron un tono optimista", lo cual permite redoblar la preocupación con que se lee el último de ellos.

AUNQUE no hace demasiada falta, el documento señala que "la crisis económica que enfrentan los países de la región, tiene un correlato político y social" y agrega que "si bien un amplio margen de latinoamericanos sigue prefiriendo la democracia a la dictadura", también esa gente muestra "insatisfacción hacia sus gobiernos y ante el fracaso del sistema democrático en satisfacer las necesidades más críticas: trabajo, educación, seguridad". A esa altura, el texto se apresura a destacar que "retroceder a regímenes autoritarios y economías protegidas, sería un callejón sin salida", en mérito a lo cual anota que "el desafío consiste actualmente en afrontar las crecientes presiones sociales, sin desviarse de los principios económicos que pueden producir crecimiento y estabilidad".

LO malo es que los principios económicos vigentes no han producido hasta el momento ni crecimiento ni estabilidad en una región donde a los redactores del informe les convendría echar un vistazo a Bolivia, Colombia, Venezuela o Haití, sin ir más lejos, aunque los índices de marginalidad en Argentina y los picos de violencia urbana en Brasil también pueden ser síntomas de que seguimos lejos del crecimiento y la estabilidad. El informe fue presentado en Washington por directivos de Diálogo Interamericano, entre los cuales figuraba el ex presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso, quienes establecieron que "desde el informe anterior, en noviembre de 2000, hemos visto cómo se deterioraban las circunstancias en casi todos los países mencionados. El crecimiento se ha detenido, las inversiones disminuyeron y el desempleo y la pobreza han empeorado".

JUNTO a sus puntualizaciones, el informe "critica la política hemisférica de Estados Unidos" que según el párrafo respectivo "no ha prestado suficiente atención a Latinoamérica desde los ataques terroristas del 11 de setiembre de 2001". A partir de esa fecha, que fue una bisagra para muchas cosas, "las respuestas de Washington a las tensiones latinoamericanas han sido esporádicas y desiguales", carencia que según el informe se agudiza en los casos de Argentina y Venezuela. A los problemas de esos dos países dedica el texto su mayor extensión, junto con las angustias haitianas, calificándolas de "tragedias inacabables", y al insistir con el caso argentino lo examina diciendo que "hay poco apoyo para revertir las reformas económicas aplicadas durante la década pasada".

Como proyección de futuro, el informe alude al Brasil y a su papel de "marcar el rumbo regional, en adelante", como corresponde al volumen de esa gigantesca economía. Veremos.

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