Viabilidad de la Caja Profesional

Jubilado defraudado | Montevideo
@|“Sean los orientales tan ilustrados como valientes” fue la exhortación que Artigas, nuestro máximo prócer, pronunció en ocasión de la inauguración de la Biblioteca Nacional en 1816 (cita vigente hoy más que nunca, porque lo que Artigas abrió, este gobierno a poco de asumir, cerró). Artigas manifestó así su visión de la importancia que tiene la educación y la cultura en el desarrollo de una nación.

La Constitución de la República establece en la Sección II, Capítulo I, Art. 8 que “Todas las personas son iguales ante la ley no reconociéndose otra distinción entre ellas sino la de los talentos o las virtudes”.

No escapa al buen entender que los profesionales universitarios son ciudadanos que no sólo se han esforzado en su superación personal, sino que han contribuido con su dedicación y formación al bienestar de sus conciudadanos. Por si esto aún no quedara claro, veamos algunos ejemplos:

- En Medicina, cuando nos aqueja un dolor, una enfermedad o necesitamos una cirugía recurrimos al profesional Médico, quien manteniéndose siempre actualizado nos asiste buscando la pronta recuperación de la salud.

- En Odontología, el profesional Odontólogo nos asistirá desde un simple dolor de muelas a una compleja restauración dental.

- En Agronomía y Veterinaria, los profesionales Ingeniero Agrónomo y Veterinario velan cada uno en su especialidad por nuestras principales fuentes de riqueza, como son las que provienen del campo, la ganadería, la agricultura, la lechería, la forestación, etc.

- En Arquitectura, el profesional Arquitecto proyecta, dirige y construye las obras que han sido objeto de reconocimiento en nuestro país y en el exterior.

- En Ingeniería, los profesionales Ingenieros Civiles proyectan, dirigen y construyen las carreteras y los puentes por donde circulamos en el país; los Industriales y los Químicos aportan sus conocimientos al desarrollo industrial del país; los Informáticos resuelven los problemas de la más alta tecnología que nuestra sociedad requiere.

- En Ciencias Económicas, los profesionales Contadores Públicos tienen a su cargo la marcha contable de las empresas; los Economistas realizan los análisis económicos del país, el manejo de las inversiones y de la deuda pública y los Administradores tienen a su cargo el proceso gerencial de las empresas.

Hace pocos días, el Ministro de Economía y Finanzas manifestó: “No hay ninguna justificación para que un ciudadano que no tiene nada que ver con la vida profesional pague las jubilaciones de las personas que son profesionales”.

Con lo que he expresado más arriba, no asiste al Ministro razón alguna en sus dichos, puesto que todos tenemos que ver con la vida profesional. ¿Pretende acaso dividir a la sociedad entre profesionales y no profesionales, con el propósito de no asistir a la Caja Profesional, promoviendo un proyecto de ley mezquino que no soluciona, más bien complica? Un proyecto que es injusto, perverso, ilegal e inconstitucional por las siguientes razones:

- Injusto, porque al final de una larga vida de ejercicio profesional, durante la cual hemos hecho frente a onerosos aportes, crecientes con una escala de categorías, se nos imponga una “contribución pecuniaria” que no es otra cosa que un eufemismo por “una nueva rebaja de jubilaciones y pensiones”.

- Perverso, porque no reconoce los derechos jubilatorios adquiridos, defraudando las expectativas que en su momento tuvieron los profesionales aportantes, alterando las reglas de juego y promoviendo el descrédito de la condición de profesional universitario en nuestra sociedad.

- Ilegal e inconstitucional, porque no cumple en su totalidad con el Art. 67 de la Constitución Nacional que establece, entre otros aspectos, que el Estado deberá proporcionar asistencia financiera, si fuese necesario, para financiar las prestaciones.

El proyecto del Poder Ejecutivo causará más perjuicios que beneficios a la Caja Profesional, puesto que alejará a los profesionales jóvenes que verán cómo se defrauda a los profesionales mayores. Así la masa de aportantes se reducirá, conduciendo a la Caja Profesional a un inevitable proceso de declive. La gran mayoría de asociaciones profesionales lo ha rechazado enfáticamente.

En su lugar se promueve una alternativa que sí es sostenible, que no acarrea los riesgos del que proviene del P.E. y que se basa en dos premisas básicas: 1) el aumento de la base de profesionales aportantes, reformando el actual mecanismo de “declaración de no ejercicio” y 2) modificación de la actualización del valor de los timbres profesionales por el Índice Medio de Salarios y no por el IPC, como viene siendo hasta ahora. El rezago en el valor de los timbres profesionales es quizás el factor que más ha incidido en la desfinanciación de la Caja.

Este proyecto alternativo, que busca la sustentabilidad de la Caja, no pretende que el Estado financie a la Caja eternamente. Muy por el contrario, pretende que la Caja perciba los recursos genuinos que le corresponden, que la hagan viable y creíble, como estuvo en 1954, en el ánimo de sus fundadores.