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Reforma electoral

Arturo Heber Füllgraff | Montevideo
@|Hemos leído acerca de comentarios y propuestas del ex Presidente Sanguinetti con las que estamos en completo acuerdo, sobre la necesidad de ir pensando seriamente en una reforma constitucional con referencia a lo electoral.

Un hombre político con enorme experiencia y exitosa trayectoria política que lo llevó a presidir el país por dos períodos, con especial mención al primero de ellos que con gran capacidad de diálogo, ecuanimidad y firme carácter se condujo acertadamente velando por la concordia entre los orientales que acabábamos de salir de un largo y conflictivo período, evitando enfrentamientos que pudieran entorpecer el camino democrático.

Y efectivamente, sus comentarios nos hacen recordar aquel año en que no votamos afirmativamente en el parlamento el proyecto de reforma, justamente por algunos de los motivos que menciona el Dr. Sanguinetti, como objetivo de revisión.

La supresión de la acumulación por sub lema de listas en Diputados fue el error más grande cometido por quienes lo impulsaron y que lo sufrimos hasta hoy. Se mantuvo para las listas al Senado y las Juntas Departamentales pero no para Diputados, ¿por qué?

Es cierto que en muchos casos había un exceso que desvirtuaba la voluntad del votante y la justicia electoral, pero eso era fácilmente solucionable con lo que propusimos en ese entonces: permitir la acumulación por sub lemas homogéneos o sea únicamente entre listas de candidatos a Diputado que votaran el mismo Senado o Senados que fueran dentro de un mismo sub lema. Pero no hubo caso.

Y este asunto no es una cuestión técnica sino cien por ciento política por las consecuencias que tuvo. Fundamentalmente en Montevideo, desaparecieron las listas “chicas” que unidas por sub lema tenían chance de lograr una banca pero sin acumulación les era y es imposible. Para el Partido Nacional fue nefasto. Todos los dirigentes de esas agrupaciones dirigieron su accionar a conseguir una buena ubicación en la lista “madre” en desmedro de la militancia barrial que llevaba al Partido a tener presencia en todo el departamento. Y así se fueron cediendo espacios que, incluso, fueron copados por otros partidos políticos.

Pasada la elección de 1999, volvimos sobre el tema e incluso elaboramos un Memorándum que se lo enviamos al Presidente electo Jorge Batlle, a Luis Alberto Lacalle y creo, no estoy seguro por el paso del tiempo, también a Sanguinetti.

El mismo se titulaba “Ballotage a la uruguaya” y contemplaba la existencia nuevamente de candidaturas múltiples a la presidencia y un ballotage entre el candidato más votado del lema más votado. Y así se terminaba con esta maratón de elección tras elección y se podían expresar más libremente las diferentes corrientes internas dentro de los partidos. No confundir con el doble voto simultáneo porque éste nunca se abolió. Hoy, en octubre se vota por un lema y simultáneamente por un candidato presidencial, candidatos al Senado y diputados.

De igual manera, es necesario celebrar el mismo día las elecciones nacionales y departamentales. No me refiero a permitir el “voto cruzado” sino realizar el mismo día dos elecciones diferentes con urnas diferentes. En una se introduce un sobre de votación con hoja departamental y en la otra, otro con hoja nacional. No se inventa nada nuevo. En varios países de Europa, como España, así se hace. Y en Uruguay, en aras de terminar con el carnaval electoral, también se podría implementar si hay voluntad política. Naturalmente, esto conduciría a candidaturas múltiples para Intendente, cosa que de hecho ya está sucediendo al permitirse, bajo determinadas circunstancias, hasta tres, lo que no estaba previsto en el espíritu de la reforma constitucional.

En definitiva, estimo que el momento de encarar el tema y empezar a darle forma es ahora, bien lejos de los momentos electorales. El ex Presidente Sanguinetti podría ser el articulador de un grupo de trabajo que se crearía a tales fines.

Espero que quienes están en los órganos de conducción de los partidos políticos lo recojan con decisión y convicción de la necesidad de avanzar en este sentido.

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