Email: ecos@elpais.com.uy Teléfono: 2908 0911 Correo: Zelmar Michelini 1287, CP.11100.

¿Qué diría el exvicepresidente?

Julio Cardozo | Montevideo
@|En estos momentos muchos se preguntan en qué quedó aquella famosa expresión de un exvicepresidente de la República, en cuanto a que si se es de izquierda, no se es corrupto y si se es corrupto, no se es de izquierda.

La inquietud tiene su origen en algunos de los últimos acontecimientos acaecidos en el ámbito sindical.

Luego de veinte años de servicio, una calificada funcionaria del Fondo Social de la Vivienda de los Obreros de la Construcción, fue hallada culpable de asociación para delinquir, apropiación indebida y lavado de activos. ¡Casi nada! Independientemente del gran trabajo de su abogado defensor, las pruebas fueron contundentes. El Magistrado actuante le fijó una pena de dos años y cuatro meses de prisión efectiva, pero aspira a cumplirla en régimen de arresto domiciliario.

Como se ha hecho saber, hay otros involucrados en el tema que no están exentos de responsabilidades.

Días atrás, la Federación Uruguaya de la Salud, al grito de “alcahuete” y “vendepatria”, expulsó a un histórico dirigente que había estado al frente de esa corporación por tres décadas. Se le imputó manejo irregular de fondos y parece que tenía “guardada” en su cuenta personal, plata del sindicato.

Él argumenta la existencia de una operación política con el fin de perjudicarlo; respuesta que se ha vuelto un clásico en esta clase de episodios.

En ninguno de los dos casos se puede hablar de conspiraciones de la supuesta “derecha”, ni cosa que se le parezca. Fueron los propios sindicalistas quienes ambientaron las desafiliaciones. Estos hechos nos están diciendo que nadie tiene el absoluto patrimonio de la honestidad ni de la honradez. Pero también nos dicen que los trabajadores merecen representantes más confiables. Los seres humanos son falibles y es un acto de soberbia considerar que la adhesión a cualquier ideología o posición política sea determinante cuando se trata de respetar la Ley. Eso no ocurre y vaya si lo hemos visto.

Por eso mismo, es que volvemos a hacernos la pregunta del principio. Las acciones de algunas personas nos lo dejan muy en claro.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar