@|Escribo estas líneas mientras miro el partido final de la Copa Sudamericana entre Paranaense y Red Bull.

No quiero dejar pasar más tiempo para agradecerte estos 15 años de trabajo con nuestra selección nacional.

Soy uno más, no soy ni Godín, ni Suárez, ni Cavani ni el genial Forlán; pero es la voz de muchos de nosotros que necesitamos decirte lo felices que estamos con todo ese tiempo dirigiendo a la selección.

Yo creo que antes nuestra selección no contaba con dignidad, había mucho fútbol, mucha destreza física, pero carecía de una mística de ética que, al parecer, al menos mirando desde afuera, tú le ofreciste y los jugadores tomaron.

Fue absolutamente inolvidable la experiencia de Sudáfrica 2010, y en menor escala Brasil 2014 y Rusia 2018. Al menos por una vez en la vida no nos sentimos “ninguneados” por el resto del mundo, nos hiciste respetables ante ellos. También recuerdo que jugando contra equipos europeos en mundiales siempre sufría, porque desde el Mundial de 1970 en México (cuando le ganamos a Rusia) hubo que esperar hasta el mundial de Brasil 2014, para volver a ganarle a dos tremendas potencias del fútbol mundial como son Italia e Inglaterra, y en Rusia le ganamos a Portugal.

Así que, como verás, no alcanzan las palabras para agradecerte por la gestión que llevaste a cabo. Me enorgullezco de haber tenido a cargo de nuestra selección a alguien como tú.

Recibe un gran abrazo fraterno.