A.P.LL. | Canelones
@|¿Se acuerdan de aquel presidente que tuvimos que decía “Educación, educación, educación”? Pues sus seguidores han hecho muy poco caso a su pedido. Desde el comienzo del año, esta Facultad ha estado en la palestra. Sí, con sus reclamos por la falta de salones y dando clases en la calle, por su gran falta de organización y gestión.
Pobres los estudiantes que eligieron esta casa de estudios para comenzar a forjar su futuro.
La política partidaria ha trabado todo intento de salir adelante. Un año prácticamente perdido; muy pocas clases dictadas y a fin de año esta seguidilla de paros que, como consecuencia, ha afectado todo el cronograma de parciales y exámenes.
Conclusión: los más perjudicados son los estudiantes que no podrán rendir sus parciales y según lo que he escuchado los últimos días, envían a la mayoría directo a examen.
¡Nefasta gestión!
La educación en nuestro país hace muchos años que deja bastante que desear. Se informó muchísimo sobre la falta de estímulos y la gran deserción estudiantil y sin duda todo esto no ayuda en lo más mínimo.
Con seguridad muchos de estos estudiantes que cursaron este primer año, no seguirán el año próximo. ¿Por qué? Porque no tienen una respuesta confiable de parte de la Institución (docentes y Decano). Porque no se puede cursar un primer año de una carrera universitaria y llegar a fin de año con la incertidumbre de cómo se terminará... Porque, por otro lado, no se puede seguir perdiendo el tiempo...
¿Ésta es la educación pública que brinda el país? ¡Pero, por favor! ¿Estos son los valores de responsabilidad, respeto y compromiso que les transmiten los docentes a los alumnos? ¿De qué compromiso me hablan? ¿De hacer paros permanentemente reclamando algo que saben que nunca llegará porque no hay dinero? ¿Qué vocación de enseñar tienen cuando en vez de procurar que los jóvenes aprendan algo de todo lo ocurrido este año, los mandan directamente “al matadero”?
¡Es vergonzoso lo sucedido durante todo este año en la Facultad de Psicología! No es culpa de los estudiantes la problemática que ustedes plantean; no tienen porqué pagar ellos las consecuencias. Sr. Decano, estos problemas no surgieron días atrás, vienen desde el comienzo del año, entonces: ¿para qué siguieron dictando clases?
Muchos jóvenes trabajan, otros vienen del interior del país y sus familias hacen sacrificios para que puedan viajar a la capital a forjarse un futuro. ¿Ésta es la respuesta que les dan?
Es triste que el futuro de estos jóvenes esté en manos de unos pocos que sólo tengan la mira en la política partidaria. Hace añares que escucho el discurso de falta de presupuesto. ¿Y?
¡No, señores! Pensemos en el futuro de nuestro país; formemos buenos profesionales porque la base de todo está en la educación. Y ya que tantos apoyaban las ideas de aquel viejo presidente que tuvimos, comiencen a aplicarlas de una buena vez.