Email: ecos@elpais.com.uy Teléfono: 2908 0911 Correo: Zelmar Michelini 1287, CP.11100.

Ciudadanía

El Ciudadano | Montevideo
@|Más que un derecho, un compromiso.

En Uruguay solemos confundir dos conceptos que, aunque cercanos, no son idénticos, nacionalidad y ciudadanía. La nacionalidad es un hecho biológico o jurídico, basta con nacer en suelo uruguayo o ser hijo de uruguayos para adquirirla; es un vínculo automático, casi natural. Pero la ciudadanía es otra cosa, es pertenencia consciente, es compromiso con la comunidad política, es asumir deberes además de reclamar derechos.

Reducir la ciudadanía a un mero trámite de nacimiento es empobrecerla; la ciudadanía no debería ser solo un sello en la cédula, sino un pacto vivo entre individuo y República; ser ciudadano implica respetar las normas, participar en el debate público, contribuir al bien común y defender la libertad de todos.

En muchos países, la ciudadanía se gana; Suiza exige diez años de residencia y pruebas de integración cultural; Alemania y Canadá piden exámenes de idioma e historia; Estados Unidos obliga a jurar lealtad a la Constitución. Estos sistemas transmiten un mensaje claro, la ciudadanía no es un privilegio heredado, sino una responsabilidad asumida. Uruguay necesita repensar este concepto. No alcanza con nacer aquí, la ciudadanía debe ser un compromiso renovado, un acto consciente de adhesión a la República. Solo así podremos construir una comunidad política fuerte, donde cada ciudadano sea protagonista y no espectador.

La nacionalidad nos da identidad; la ciudadanía nos da voz; la primera nos vincula por origen; la segunda nos vincula por elección y responsabilidad. Si queremos refundar nuestra cultura política, debemos pasar de la pasividad heredada a la participación ganada.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar