Cumplida la primera etapa del proceso electoral y despejada la incógnita de los candidatos a Presidente, asumen liderazgo aquellos grupos que han sido preferidos en las internas de cada partido.
Los cinco precandidatos del Partido Nacional designaron sus representantes ante la convocatoria de quien ha resultado el candidato de todos para las elecciones de octubre.
Tres intensas jornadas de trabajo siguieron al llamado, en un clima de seriedad, entendimiento y respeto donde los asistentes a los nueve diferentes equipos dialogaron y cumplieron su cometido, dejando las bases de acuerdos que serán trabajados este fin de semana para elevar documentos comunes al grupo de coordinadores, quienes tendrán la responsabilidad de presentar un documento final a las autoridades políticas.
El Partido se prepara para la responsabilidad de gobernar, de asumir el compromiso de ser el Gobierno de todos, más allá de banderías políticas, con coincidencias internas en cuanto a los temas fundamentales, de modo de generar un ambiente propicio para tomar las primeras medidas necesarias y encauzar el país hacia una economía en crecimiento, apta para atraer inversiones y generar el tan esperado crecimiento de los puestos de trabajo.
La intensa labor realizada ha sembrado la base para la comunicación transversal de técnicos ávidos de ofrecer a su país la experiencia y el esfuerzo necesario y sobre todo el contacto mutuo para facilitar el intercambio de conocimiento en pos de un país pujante, en el camino de desarrollo e inserto en el contexto mundial competitivo.
La modernización de la educación en todos sus términos, la extensión de los horarios de las instituciones educativas y la utilización de la tecnología como forma de mejorar la gestión, trámites y controles administrativos que permitan fomentar la eficiencia, ya son aspectos que nadie discute.
La urgente atención de la situación de la infraestructura requiere de un plan cuidadoso y apertura a la inversión privada lo que impactará rápidamente sobre el empleo en una actividad deprimida.
En estos días se ha vivido un ejemplo de democracia partidaria, en los cuales las propuestas de todas las agrupaciones, independientemente de los votos logrados en las internas, fueron escuchadas, analizadas y consideradas cuando lograban el acuerdo general.
La actividad de gobierno requiere de amplio espectro de acuerdos y una gran dosis de humildad para atender las propuestas ajenas en aras de hacer posible la fluidez en la toma de decisiones.
La habilidad de negociar acuerdos es una herramienta que, no solo será necesaria en ámbitos técnicos, sino también en círculos políticos, dejando de lado egos y simpatías personales, para coordinar acciones dentro y fuera del Partido.
El camino a octubre implica una nueva competencia intrapartidaria para determinar las respectivas bancadas; solo en un ámbito de concordia y exhibiendo cohesión entre los contendientes, basada en un Plan de Gobierno Único, se logrará la victoria.
Comandar el país es ciertamente un honor significativo, pero requiere de conocimiento, sacrificio, capacidad de liderazgo y sobre todo respeto a la democracia y a las instituciones republicanas.
Un buen comienzo augura un buen final. Que así sea.