SebastiÁn Da Silva
A riesgo de ser reiterativo, voy a insistir con algunos aspectos que me parecen medulares para el largo plazo de nuestro querido Uruguay.
A los exuberantes registros de crecimiento económico, dados a conocer la semana pasada, debemos agregar que la perspectiva para este año sigue siendo muy alentadora.
Las oficinas de la Contaduría General de la Nación, y toda la burocracia del Ministerio de Economia y Finanzas conoce perfectamente que el inicio del año permite ser optimistas. Una excelente temporada turística asegura el primer cuatrimestre de recaudación. El potencial exportador de nuestros principales productos, dígase, la soja a quinientos dólares, el novillo a cuatro dólares en el gancho, el maíz a casi 300 y una buena perspectiva del trigo, aseguran que el motor de la inversión y la economía nacional, como lo es el sector agropecuario, seguirá solamente con los riesgos climáticos y de atraso cambiario, pero empujando y recaudando. Las imposiciones a los salarios del impuesto a la renta personal, seguirán con un dólar en picada, permitiendo mayores ingresos a las arcas públicas para hacer frente al presupuesto y a la deuda externa. Por tanto no hay para, los actuales gobernantes, quienes deben en primerísimo primer término pagar sueldos y jubilaciones mayores apremios, más bien todo lo contrario.
Esta holgada situación financiera puede generar ciertas tentaciones, a la vez que puede aburguesar a la administración Mujica, y pasar a la historia como el gobierno al que se le fue la bonanza como arena entre las manos.
Hasta ahora, todo peso que han recaudado de más, lo han dirigido a más gasto público, toda mejora en la recaudación la utilizaron para incrementar el denominado "espacio fiscal", que al momento de cada rendición de cuentas tienta a las diferentes facciones del Frente Amplio a la más infinita de las imaginaciones, pero todas con un denominador común, que es dirigir la expansión a gasto y no a inversión.
Ejemplos sobran, las escuelas y liceos deteriorados son un insulto a un país que crece a tasas "chinas". El corredor vial de accesos a Nueva Palmira o a la planta de Botnia es digno de una república bananera, hoy las calles de la costa de oro son una autopista alemana comparada con estas rutas donde transita la mayor cantidad de tonelaje de carga del Uruguay.
Las leyendas de comisarías sin móviles donde pulula el abigeato son tragicómicas, y obviamente la proliferación de asentamientos refleja que la izquierda no transforma millonarias recaudaciones en ladrillos para los más humildes.
Están jugados solamente a una excelente ley como es la Participación Pública Privada, que mientras se discute en el gobierno, se aggiorna alguna cabecita sesentista, se envía al Parlamento y se comienza a aplicar vamos a tener más de dos años en idas y vueltas, mientras la bonanza seguirá cayendo en sacos rotos y no en mejoras tangibles y duraderas.
Cuando un gobierno es tan improvisado pasan estas cosas, y la secretaria no le avisa al Presidente que no puede votar en el BPS o se discute 15 días sobre un video inexistente.
Una verdadera lástima.