La noticia no ha tenido la difusión ni el análisis que merece. Esta ausencia relativa se ha dado tanto en los medios de prensa como en los ámbitos más específicos de la educación, la política y las áreas relacionadas con la salud.
La nueva Facultad se instalará en Maldonado —Punta del Este— y es un emprendimiento privado del Claeh, Centro Latino Americano de Economía Humana, de larga y fructífera actividad en el medio local y regional.
Esta nueva realidad pone en el tapete temas que importan, entre los cuales destacamos la convivencia de la educación pública y privada, los objetivos de la educación y su relación con la sociedad, el compromiso con la calidad, la pertinencia de lo que se enseña y aprende, el razonamiento crítico y la investigación conducente a nuevos saberes, la descentralización geográfica y la pluralidad de origen y orientación de los centros de enseñanza, la responsabilidad social de las empresas educativas cualquiera sea su tipo, la gratuidad y el costo de sus servicios para los alumnos y la sociedad según sea el caso, la eficiencia, los necesarios controles, evaluaciones y mejora continua que supuestamente debieran practicarse, etc.
Todo lo previo se integra además en una problemática compleja que tiene que ver con algunos planteos de reforma educativa, de ley marco de la educación, de prospectiva del país que se quiere y puede —entre todos— construir, y también, por qué no, reaviva ciertas posturas ideológicas y convicciones políticas que vienen de décadas pasadas y hoy actúan como freno a los cambios necesarios y posibles que el país, la sociedad y los jóvenes merecen.
Como advertirán hemos enumerado una serie de puntos a analizar sin adentrarnos en su discusión. Sobre ellos entendemos que debe darse un debate, y ésta nueva Facultad de Medicina —privada y en el interior del país— es un buen detonante y ejemplo a analizar.
Como acápite del planteo sería bueno —en nuestro país y en estos tiempos— hablar sobre qué entendemos sobre Universidad en cuanto a apertura a nuevas ideas, a razonamiento crítico, a pluralidad de saberes, a tolerancia y horizontes intelectuales interminables. Incluso pondríamos en la agenda si al concepto "Universidad" lo mantenemos como una estructura con características propias y limitadas dentro del complejo entramado social —nos referimos a lo edilicio y a lo estructural y orgánico—, o si la evolución del conocimiento, tanto en lo que respecta a su trasmisión (enseñanza y aprendizaje), generación (investigación), y aplicación innovadora nos va llevando a una nueva realidad en la cual el trasvase cotidiano y permanente de actividades cognitivas y productivas se entremezclan e interactúan, con lo cual pudiera plantearse que el nuevo paradigma de conocimiento universitario se dará tanto en y desde las propias Universidades como en y desde ciertas empresas —industriales, productivas y de servicios— en las cuales permanentemente se trasmiten y generan nuevos conocimientos innovadores.
Miramos con expectativa a la nueva Facultad de Medicina de Maldonado y deseamos que pueda formar nuevos y mejor preparados profesionales para cubrir las reales necesidades sanitarias del país. Esperemos que sean pocos y buenos, que apunten a la calidad y a la pertinencia, que sean eficientes y con sólida base humanística. Igual a lo que hace años venimos deseándole a la Facultad de Medicina de la Udelar. A ambas, suerte en sus objetivos y buen año académico.