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La Vox del PP

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Hace algo más de una semana se celebraron en Espa-ña las elecciones autonómicas. Si bien se eligen los escaños de concejales y emergen los líderes de cada Comunidad, es casi siempre un voto premio o castigo al gobierno español. En este caso hubo voto castigo.

Hubo una debacle del bloque de izquierdas. La derecha retoma control y gana escaños en casi todas las comunidades. En el conteo de votos final la diferencia no fue tan impactante. Pero aún por poco en todos lados se experimentó un cambio de signo que es ya un preaviso de un tiempo nuevo.

Supone un desafío importante para el PP (partido de derechas y republicano) porque en la mayoría de las comunidades deberá hacer mayoría con Vox (que también creció).

Es un problema para el PP porque hasta ahora ha intentado ignorar a esa extrema derecha VOX (a quienes consideran ultranacionalistas y excesivamente jacobinos). Ahora y para conformar gobiernos deberá acordar con ellos y los precios de los acuerdos no serán nada baratos. En Madrid -en cambio- el PP arraso por sí solo.

El voto en estas elecciones es importante porque marca una tendencia y hasta un cierto hastío de una parte del electorado que castiga a la izquierda con sus leyes, regulaciones y gestiones. Nada es muy diferente a nuestro país.

Además el PSOE había prometido que no haría alianzas con grupos de extrema izquierda nacionalista y finalmente los hizo. Eso no cayó bien en muchos electores que ven atónitos cómo aparecieron exterroristas en algunas listas electorales. La presencia cercana de Podemos no le ha hecho bien al PSOE. El estilo de Pablo Iglesias (amigote y mentor de nuestro Fernando Pereira) es un “aleja votos” muy visible. El español promedio podrá tener delirios de izquierda pero tonto no es. Si le asfixian con impuestos o le hablan de limitar la propiedad privada ya no los vota más.

El “centro” hoy esta devaluado (también en Uruguay). Pero solo en la preferencia del votante. Sin embargo, ese 5 a 10% de electores tal vez define las elecciones según se incline a diestra o siniestra. Algo que tampoco es nuevo para nosotros si queremos hacer análisis paralelos.

El Partido Ciudadanos tiende a desaparecer, ¡vaya coincidencias!

El PP canibalizó a Ciudadanos y como ejemplo señalo: en Madrid perdió todos los concejales.

El “centro” hoy no paga. Sus votos (unos cuantos) siguen estando... pero prefieren opciones “más jugadas”.

Las redes sociales y el hartazgo que provoca la izquierda en el poder con sus impuestos, inflación inclusiva de su lenguaje, exceso de ideología de género etc., solo logran réplicas muy duras desde la derecha. El que proponga moderación es visto como traidor o blando.

Saquen nota mis amigos Colorados. España no es muy diferente a nosotros y nos enseña el camino. Recuerdo a un viejo amigo que siempre decía: “Flaco... yo soy ‘pierna’ y si querés te acompaño al cementerio. Pero vos enterrate solo”.

Hay momentos históricos -y sobre todo frente a adversarios tan radicales- en los que no se puede ser de izquierda y de derecha al mismo tiempo. El elector exige certezas. Definiciones.

En España es así. También acá.

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