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La “cripto” revolución

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IGNACIO MUNYO
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El mundo asiste a nuevas realidades que debemos analizar. Hace 50 años, el 15 de agosto de 1971, el presidente Richard Nixon anunció que el dólar ya no tendría respaldo en oro.

Fue el fin del patrón oro/dólar, que impulsó la globalización financiera. Nacía un nuevo orden en el que las monedas tendrían como único respaldo la confianza en los gobiernos emisores.

Desde 1971 a la fecha, el poder de compra del oro (en relación al IPC de EEUU) se multiplicó por seis mientras que el del dólar se redujo 85%. A pesar de ello, el orden monetario se mantiene vigente. Por algo la gente ahorra mucho más en dólares que en pesos.

La masiva emisión de dólares por parte de EEUU -en 2008 como respuesta a la “gran recesión” y ahora por la pandemia- ha generado un gran debate global sobre la sostenibilidad del actual sistema.

Hace tiempo que subyace la idea de crear monedas globales para poder recuperar el ancla perdida hace 50 años. Se busca que el papel del oro lo cumpla una nueva moneda o una canasta de monedas, que circularía en paralelo a las monedas nacionales existentes, asociadas a su valor. Pero, la complejidad de implementación es enorme.

Mientras tanto, de la mano del avance de la tecnología, se fueron abriendo camino las criptomonedas. En 2009 fue creado el Bitcoin, una criptomoneda con oferta predecible y finita para poder ser considerado como reserva de valor -una especie de oro virtual-, inmutable en un escenario de inflación global. El libro contable de base del Bitcoin (Blockchain) permite enviar valor a cualquier parte, de forma segura, casi instantánea y a bajo costo, a través de una red descentralizada de nodos, sin que ningún país o empresa pueda controlar su uso. A pesar de ello, genera muchas dudas entre los que son parte del orden vigente, y quienes consideran imprescindible la regulación por un Banco Central.

En junio, El Salvador anunció que será el primer país en aceptar el curso legal del Bitcoin. También en junio, el Banco Azteca de México anunció que sería el primero del país en aceptar Bitcoins pero no fue autorizado por el gobierno. En julio, se presentó un proyecto de ley para regular el uso del Bitcoin en Paraguay y este mes Sartori lo hizo en Uruguay.

En este tema tan complejo, se suele decir que están los “fundamentalistas”, que creen que el Bitcoin reemplazará a las monedas emitidas por el gobierno; los “tácticos”, que estiman que su valor aumentará a medida que más personas inviertan en él; y los “especuladores”, que quieren apostar. También estamos los que, por ahora, solo queremos entenderlo.

Hace ya 50 años que el sistema monetario global se basa en la confianza en el dólar. No sabemos por cuánto tiempo más. Recientes acontecimientos globales nos obligan a pensar en las condiciones necesarias para que nuestro sistema financiero permita a los ciudadanos adaptarse a un potencial cambio. El asunto es delicado por donde se lo mire, pero es clave entender costos y beneficios de las alternativas existentes.

La actual geopolítica internacional hace difícil esperar un gran acuerdo monetario global, como el de 1944 en Bretton Woods. Es probable que sea el paso del tiempo quien defina el rol de las criptomonedas en el sistema monetario internacional.

Mientras tanto, lo único que podemos hacer nosotros es estar preparados.

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