Acuífero Guaraní

La presentación del Proyecto Acuífero Guaraní, esta semana, representa un paso importante en varios sentidos. Primero, por el objeto de la iniciativa: proteger y asegurar la explotación racional de un recurso transnacional de considerable valor económico y social. Segundo, porque la iniciativa es emprendida conjuntamente por los cuatro países abarcados por ese recurso (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay). Finalmente, debido a que los estudios e investigaciones para la delimitación, evaluación y racional administración del acuífero constituyen una importante empresa científica y tecnológica, la cual supone reunir, en forma integrada, diversas disciplinas, desde la geología hasta el derecho.

A los desafíos que resultan de la propia naturaleza del recurso se suman los que derivan de su carácter compartido. Por este motivo es especialmente alentador que esas cuatro sociedades se hayan puesto de acuerdo para impulsar un proyecto conjunto, para beneficio de las generaciones presentes y futuras.

En esencia, un acuífero es un depósito, o reservorio, de aguas subterráneas. Desde hace ya mucho tiempo que se conocía la existencia de este tipo de depósitos subterráneos de agua en los diferentes países de nuestra región. Hoy sabemos que se encuentran vinculados entre sí y que conforman el Acuífero Guaraní. La información que se ha divulgado es impresionante. En total abarcaría 1,2 millones de kilómetros cuadrados. En el caso de nuestro país, cubre unos 45.000 kilómetros cuadrados (alrededor de una cuarta parte del territorio total). Contiene, estiman los científicos, 37.000 kilómetros cúbicos de agua.

Pero antes de entusiasmarnos demasiado es importante tener presente varios aspectos críticos.

Los acuíferos son recursos limitados y renovables. Reciben y exportan agua, desde y hacia el resto del sistema hídrico en forma relativamente lenta. En consecuencia, solamente se deberían extraer las reservas renovables del mismo. De cualquier forma, este volumen sería más que suficiente. En la actualidad los países de la región ya extraen agua de este enorme depósito natural. Otro tema importante es el de evitar la contaminación de las regiones de recarga y de extracción de las aguas que conforman el acuífero.

Será necesario, entonces, definir estrategias comunes para asegurar que la extracción del agua, en la totalidad del sistema, sea realizada en forma racional y sustentable.

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