De volea

DE VOLEA DANIEL ROSA José Fuentes, presidente de Nacional, hizo el primer contacto con Luis Suárez y quedaron en seguir hablando mientras el club se embarcará en una campaña para seducirlo a que pegue la vuelta al menos hasta fin de año. Ignacio Ruglio, titular de Peñarol, dice que casi todas las semanas le manda un mensaje a Edinson Cavani para ver cómo está y decirle que en el club aurinegro tiene las puertas abiertas. Lucho está en España escuchando y barajando ofertas tratando de tomar la decisión más conveniente para llegar de la mejor manera al Mundial de Qatar. Entrena solo. Edi está mucho más cerca, entrenando en el Complejo Celeste junto al Pelado Cáceres y Mathías Vecino también aguardando por un club que le dé la continuidad que precisa. Muchachos, si Nacional y Peñarol los quieren y ustedes precisan jugar, hacer muchos goles, sentirse queridos, sentirse importantes en un equipo y llegar con las pilas totalmente cargadas a Qatar, ¿por qué no se quedan estos cuatro meses a jugar en los grandes? ¿Saben lo que ilusiona a la gente verlos de cerquita todas las semanas y no solo cuando vienen a jugar por la Selección? ¿Saben cuánto cariño recibirían? ¿Saben qué feliz nos harían a los uruguayos? ¿Saben cuánta gente tendríamos en las tribunas del Gran Parque Central y del Campeón del Siglo? Tómense estos cuatro meses como una preparación súper exigente en Montevideo y vengan a regalarnos un poquito de su clase. Todos los futboleros les estaríamos más agradecidos de lo que ya estamos por lo que han hecho por la Celeste. RELACIONADAS Nacional: los medios de seducción que usará para tratar que Luis Suárez le dé el sí José Fuentes habló con Luis Suárez y "hay alguna posibilidad de que elija Nacional" ¿Luis Suárez a Nacional? El diferencial que tendría el tricolor respecto de algunos clubes europeos Cáceres y Vecino se sumaron a Cavani y entrenaron juntos en el Complejo Celeste Mientras definen su futuro, Suárez y Cavani entrenan por su cuenta pensando en Qatar: "Seguimos"
DE VOLEA DANIEL ROSA Desde hace mucho tiempo, más de una década por ser un poco más específico, se dice que la Selección es una isla. Y no solo es así, sino que cada vez se aleja más del continente. La organización, profesionalismo, infraestructura y cuidado que se le da a la Celeste no se ve en ningún club uruguayo y es en gran parte la explicación de que sea competitiva a nivel mundial, algo que las instituciones uruguayas no son ni siquiera a nivel regional. Es insoslayable el hecho de que la calidad de los futbolistas es otra, porque (salvo Sergio Rochet) todos han dado el salto de calidad para jugar en ligas competitivas y grandes clubes, pero también de que no se deja detalle librado al azar. Por ejemplo, los clubes de la AUF quieren organizar una Liga Profesional y ni siquiera son capaces de lograr que sus equipos salgan en hora a la cancha cada fin de semana. Eso los transforma en poco creíbles. Ahora bien, ¿por qué la Selección es cada vez más una isla? Porque además de los temas logísticos tiene otra mentalidad incluso futbolística. Al tener jugadores que actúan en la elite el juego que despliega la Celeste es totalmente distinto al que se ve cada fin de semana por acá. Rotación de pelota, movilidad, pases de primera y desmarque, fútbol vertical, llegadas por las bandas, velocidad física y mental, disparos lejanos… Lo que vemos por televisión desde España o Inglaterra también se le ve a Uruguay. Hace años se decía que era imposible lograr todo eso en el fútbol doméstico por las canchas. Ahora están bárbaras, la pelota rueda perfecto, se juega en el mismo Centenario en el cual la Celeste despliega ese fútbol, los futbolistas siguen siendo uruguayos y los técnicos también; ¿o Diego Alonso no lo es? El problema evidentemente va por otro lado y habría que detectarlo. Las malas decisiones en la política de contrataciones puede ser uno, porque se malgasta mucho dinero en futbolistas que no lo valen. Por ejemplo, Nahuelpan le costaba 60.000 dólares mensuales a Peñarol. Antes de crear una Liga Profesional, lo ideal sería ser profesional para no depender de la buena liga.
DE VOLEA DANIEL ROSA Las cosas son como son. Nacional y Peñarol están últimos en sus grupos de Copa Libertadores, con la diferencia de que el tricolor todavía aspira a avanzar a octavos de final (no depende de sí mismo) y el aurinegro ya no tiene chance de seguir en el principal torneo y pelea por clasificar tercero para ir a la Copa Sudamericana. Duele, por supuesto, porque que los grandes de Uruguay estén en el sótano del fútbol continental habla del nivel que tiene la liga uruguaya, en la cual Nacional está tercero y Peñarol cuarto. Las campañas de ambos en este semestre son malas. Apenas superan el 50% en puntos ganados sobre disputados y en juego están más abajo de lo que muestra la tabla. El tricolor en este aspecto está un poco más arriba, pero tiene como contrapeso que perdió el clásico. Con todo este panorama luego de 17 partidos disputados en la temporada por parte de Nacional y 18 del lado de Peñarol (tiene uno más porque jugó la Supercopa Uruguaya) parece un milagro que los técnicos sean los mismos que comenzaron el año.
DE VOLEA DANIEL ROSA Hace solo cuatro fechas la tabla mostraba a Nacional noveno y a Peñarol décimo en el Torneo Apertura, muy lejos del líder Deportivo Maldonado, que sigue firme ahí arriba. A falta de cuatro jornadas el tricolor está cuarto y el mirasol quinto. El nivel futbolístico de los grandes está lejos del deseado por sus hinchas y del esperado por todos en base a la calidad de los planteles. Sin embargo, han tenido la regularidad de sumar, algo que no todos han conseguido. Nacional tiene un poco mejor de funcionamiento colectivo y en general se ha mostrado más sólido que un Peñarol que marcha a los tumbos producto de depender de sus individualidades. La sensación es que el tricolor está más abajo en la tabla de lo que merece y que el aurinegro está más arriba de lo que debería. Como sea, los dos están todavía en la pelea por el Apertura. Es difícil que lleguen a ganarlo, pero ahí están, al acecho. En definitiva, los grandes no juegan como quieren, pero ganan como deben y eso es lo que le importa al hincha. Triunfar lo es todo y los dos técnicos (Pablo Repetto y Mauricio Larriera) coincidieron en lo mismo el fin de semana: lo importante fue ganar. RELACIONADAS El recambio en el ataque de Uruguay llega justo a tiempo con Darwin Núñez Eternas gracias para cinco leyendas Los cambios de Diego Alonso en la Selección no solo son en la cancha La necesidad que tienen Suárez y Cavani de cara al Mundial
DE VOLEA Desde hace años los uruguayos nos preguntamos lo mismo: ¿quién va a hacer los goles celestes cuando ya no esté Luis Suárez? Al Pistolero (al igual que a Edinson Cavani) le quedan las últimas balas por descargar. Seguramente el Mundial marque su adiós definitivo a la selección, esa de la que es el máximo artillero histórico (seguido de Edi) con 68 tantos. Todavía queda la esperanza de ver partir a ambos —así como a Diego Godín, Fernando Muslera y el Pelado Cáceres— con la grandeza que se merecen luego de la Copa del Mundo de Catar. Mientras, ahora los uruguayos respiramos un poco más tranquilos, porque el recambio parece haber llegado justo a tiempo. Además de esa frescura cargada de talento que le imponen Federico Valverde y Rodrigo Bentancur al mediocampo, lo cual hace pensar que hay clase para rato en ese sector, en este 2021-22 explotó Darwin Núñez como goleador. El artiguense, que en junio cumplirá 23 años, es la figura del Benfica, fue su goleador en Champions League y es una de las joyas más pretendidas del próximo mercado. Ojalá Luis y Edinson fueran eternos, pero no lo son. El consuelo es que hay recambio. RELACIONADAS Eternas gracias para cinco leyendas Los cambios de Diego Alonso en la Selección no solo son en la cancha La necesidad que tienen Suárez y Cavani de cara al Mundial
DE VOLEA DANIEL ROSA Mi tarea me exige ser crítico, para bien o para mal. Lamentablemente siempre se recuerdan más las críticas negativas que las positivas, pero eso es regla humana. Esta introducción vale no porque quiera hacer una crítica ahora, pero sí puede haberla en el futuro a alguno de los jugadores que pasan a ser leyenda con esta clasificación lograda al Mundial 2022, la cuarta consecutiva, lo cual no implicará el agradecimiento eterno que les tendré por haber representado a la Celeste como lo han hecho. Fernando Muslera, Diego Godín, Martín Cáceres, Luis Suárez y Edinson Cavani se preparan para jugar su cuarta Copa del Mundo. El Pistolero incluso tiene la chance de ser el goleador histórico de Uruguay en los mundiales si anota dos tantos. Sí, serán leyendas y ellos mismos se ganaron el derecho a ser considerados así.
DE VOLEA Uruguay encara su semana clave, esa que decidirá si estará o no en el Mundial de Catar. Las posibilidades de clasificar son altas, diría que hasta muy altas y mucho tuvo que ver la llegada de Diego Alonso. Primero lo primero: el cambio de entrenador debió haber llegado antes, pero lo pasado, pisado. El Tornado hizo algunas variantes en el equipo, como la inclusión de Ronald Araújo y Mathías Olivera en los laterales y ni que hablar de su gran sorpresa: Facundo Pellistri. Sin embargo, el cambio más importante que generó el técnico fue el de la actitud. Que no se malentienda: nunca les faltó entrega a los futbolistas, pero lo que ellos hacían en la cancha no lo veían reflejado por su líder, que era el maestro Tabárez. Lamentablemente la enfermedad del entrenador, a quien se le estará eternamente agradecido por un ciclo que (más allá de resultados) ha sido exitoso, le impedía transmitirle al equipo lo que éste requería en momentos bajos. Alonso camina, corre, silba, se acerca a la línea, vive el partido como los futbolistas y hasta festeja los goles con ellos. Ese es el principal cambio. Calidad todavía hay, al menos para un Mundial más. RELACIONADAS La necesidad que tienen Suárez y Cavani de cara al Mundial La doble moral y las redes "suciales" El mayor error de Tabárez: no haberse ido luego del Mundial de Rusia
DE VOLEA DANIEL ROSA Luis Suárez se encamina a su salida del Atlético de Madrid. Vence su contrato en junio próximo y nadie le habló de renovación. Edinson Cavani, perseguido por las lesiones, también apunta sus pasos a dejar atrás Manchester United, club que seguramente tendrá una gran renovación. De alguna manera son buenas noticias para la Selección de Uruguay. ¿Cómo puede serlo que los dos máximos artilleros en la historia de la Celeste se queden sin club? El tema de ambos es que vienen jugando muy poco. Suárez llegó este viernes en Atlético de Madrid a su cuarto partido seguido iniciado desde el banco de suplentes. Entró en el minuto 59 y desde su último partido con Uruguay estuvo 303' en campo defendiendo al Atlético. Desde la misma fecha, Cavani solo jugó 68'. Es cierto que los dos se ponen la casaca color cielo y no fallan. De hecho, ambos anotaron en el 4-1 a Venezuela, pero con 35 años cada uno si hay algo que necesitan es continuidad. Por ello, pensando en que lleguen de la mejor manera a Catar 2022 en noviembre, que será seguramente el último Mundial para los dos (siempre y cuando Uruguay clasifique, algo muy probable), lo que necesitan en el próximo semestre no es encontrar un gran equipo, sino uno que les asegure minutos. Los deberán buscar en Europa, Estados Unidos o Sudamérica, pero para tener la despedida que ambos se merecen de la Copa del Mundo, Suárez y Cavani deberán priorizar lo deportivo a lo económico.
DE VOLEA Un desborde de Matías Aguirregaray, centro y cabezazo de Agustín Álvarez Martínez a las manos del arquero Sergio Rochet fue la jugada más destacada del clásico elegida por la transmisión televisiva. Eso y otro cabezazo del tricolor Emmanuel Gigliotti que dio en el caño luego de que Kevin Dawson arañara la pelota fueron las principales incidencias en 90 minutos del partido más importante del fútbol uruguayo, porque el gol fue de penal. Eso no hace más que demostrar el bajísimo nivel de Peñarol y Nacional en este inicio de temporada. Los grandes son las grandes (valga la redundancia) decepciones del Apertura. Peñarol tiene solo dos goles y ambos anotados por Pablo Ceppelini, uno de penal. Nacional recibió 4 tantos en 4 partidos. Los dos tienen 4 puntos sobre 12 disputados y hay que buscarlos de la mitad de la tabla hacia abajo: el tricolor en el lugar 10 y el aurinegro en el 12. Los grandes fueron, son y serán el reflejo del fútbol uruguayo. Por eso hoy nuestra liga de entrecasa es de las peores del mundo. Y así seguiremos mientras inventemos sorteos ponderados que nadie entiende para ver si hay VAR o no. ¿Tercer mundo? No. Somos de cuarta. RELACIONADAS Peñarol y su gran problema de cara al clásico: la falta de gol La doble moral y las redes "suciales" El mayor error de Tabárez: no haberse ido luego del Mundial de Rusia
DE VOLEA DANIEL ROSA Si luego de haber perdido los dos primeros partidos del Torneo Apertura a Peñarol le hubieran dado a elegir qué rival enfrentar en la tercera con el objetivo de lograr el primer triunfo, seguramente habría elegido a Albion. Y esto no lo digo por una percepción personal (respeto a todos los equipos por igual), sino por lógica pura: era otro equipo que no había sumado luego de las dos primeras jornadas y el que más goles había recibido: 9 en dos partidos. El aurinegro necesitaba revitalizar anímicamente a su ofensiva teniendo en cuenta que se viene el clásico. Defensivamente poco se le puede reprochar al carbonero, porque por más que había perdido, había recibido solo un gol en cada partido. Por lo tanto, el que estaba en deuda era el ataque. Pues bien, allá fue Peñarol al Centenario a enfrentar a Albion (que por cierto le tocó por sorteo, no por elección), a los 12 minutos encontró el primer gol de la temporada y parecía que seguiría de largo, pero no... Da la sensación de que la frustración de los de arriba empieza a trasladarse a los del fondo. Mauricio Larriera cambió a tres de los cinco de la retaguardia (el arquero, el zaguero izquierdo y el lateral zurdo) sin que cambiara el resultado: la defensa volvió a recibir un gol. A esta altura es claro que el gran problema de Peñarol está en el ataque, que fue incapaz de convertirle más de un gol al equipo más goleado del certamen. Por más que los clásicos son clásicos, no es una buena señal para el que afrontará el domingo en el Campeón del Siglo. RELACIONADAS Clásicos: no jugarlos, pero para pensar qué hacer en el futuro La doble moral y las redes "suciales"
DE VOLEA DANIEL ROSA Otra vez parece que los honestos perderemos la batalla. Los clásicos de verano están en jaque porque los violentos empezaron a hacer de las suyas en la última semana y quizás el fútbol apoye la rodilla en el piso para cantar la rendición ante ellos por enésima vez. ¿Hizo bien la AUF en desmarcarse de la organización de los mismos? Sí, hizo bien. Aunque suene a un contrasentido, el fútbol no puede permitirse seguir siendo un vehículo para los violentos. La seguridad de las personas está por encima de cualquier cosa, incluso el fútbol. Si solo fueran los violentos y se sacaran las ganas entre ellos, entonces estaría bien, pero exponer a padres que quieren llevar a sus hijos a ver un clásico para inculcar esa pasión interminable por los grandes, no cabe. Los clásicos no deben jugarse, mal que nos pese. Eso sí, hay que pensar que en breve se jugará el del Apertura y por eso lo que hay que hacer desde ya es trabajar para que sea en paz. Hay que individualizar a los violentos, poner en funcionamiento las cámaras de identificación facial en los partidos previos y si es necesario detenerlos el día que se juegue el partido. No jugar clásicos ahora y que solo se tire la pelota para adelante, a la espera del próximo, será estar a punto de perder la guerra.
DE VOLEA DANIEL ROSA Si hay algo que uno aprendió en la vida es que no solo hay que serlo, sino parecerlo. Hoy somos todos moralistas, apuntamos con suma facilidad los dedos acusadores y nos rasgamos las vestiduras, pero quizás en un rato vamos y hacemos lo mismo que denunciamos. Todos somos de doble moral. Algunos en mayor medida y otros en menor. Lo ocurrido en Peñarol y Nacional en las últimas horas lo deja en claro, pero vamos por parte. Primero: ¿alguno estuvo en un festejo de fútbol, aunque sea del cuadro del barrio, en el que no le dedicó el triunfo al acérrimo rival? ¿La gente cree que los jugadores de Peñarol iban a ir a sentarse a golpear las palmas y a decir: ¡Peñarol... Peñarol!? El error es no parecerlo. Lo tonto (y tribunero) es cantar a la cámara de un celular como un barra brava y compartirlo en redes. Podrían haber hecho lo mismo sin grabarse y nadie se enteraba. Segundo: la dirigencia de Nacional criticó los cánticos irreverentes del presidente mirasol Ignacio Ruglio y resulta que unas pocas horas después los entonaron ellos festejando el resultado de las elecciones. Otra vez: hay que parecerlo, muchachos. ¿O no saben que todo se sube a las redes “suciales”? RELACIONADAS El mayor error de Tabárez: no haberse ido luego del Mundial de Rusia La final que ya dejó de ser una utopía Tabárez dio otra vez en la herradura Peñarol desafía los límites de la billetera