EJECUTIVOS

EFE

Considerada una de las directoras ejecutivas más influyentes de Latinoamérica, la brasileña Luiza Helena Trajano tomó las riendas de un frente empresarial para acelerar la vacunación en el país, un reto que compagina con la dirección de su compañía y el activismo por la equidad de género.

Trajano (1951, Franca) transformó una pequeña red de tiendas en el interior de San Pablo en un imperio de ventas al por menor (Magazine Luiza) con más de 50.000 empleados en todo el país que ha driblado diversas crisis económicas.

Hace algunos años aterrizó en la prestigiosa lista Forbes y en 2020 llegó a ser la mujer más rica de Brasil, pero su trayectoria trasciende el mundo de los negocios. «Desde pequeña siempre estuve muy vinculada a las causas de mi país, sean sociales o económicas», dice.

Consciente de su influencia, la empresaria lanzó el frente «Unidos por la Vacuna», el cual actúa en diferentes áreas y recauda donaciones privadas para facilitar el transporte, almacenamiento y la aplicación de dosis de la vacuna anti COVID en el sistema público de salud brasileño.

Trajano recalca que el objetivo del frente no es «comercializar vacunas», como fue planteado por otros empresarios que buscan la adquisición de antídotos para inmunizar a los empleados de sus compañías, en tiempos en que el país sufre por la falta de dosis disponibles en el mercado internacional. «No creemos en eso. No estoy contra los grupos que quieren comprar, quiero dejarlo claro, pero mientras el 60% o 70% de la población no esté vacunada, no sirve vacunar a los funcionarios y dejar el resto sin vacunar. No hay vacunas en el mundo», precisó.

Con más de 368.000 muertos y 13,8 millones de casos de COVID-19, Brasil es hoy uno de los países más azotados por la pandemia, la cual ha puesto la red sanitaria al borde del colapso en buena parte del país.

El agravamiento de la situación en Brasil coincide con una vacunación que avanza a ritmo lento. Poco más del 12% de la población ha recibido la primera dosis, mientras que el refuerzo tan solo fue inoculado en el 4% de los brasileños.

Directa, carismática y de tono campechano, Trajano se ha alzado como una de las voces más respetadas de Brasil. Su nombre llegó a ser tanteado en política, pero la presidenta del Consejo de Administración de Magazine Luiza descarta dar un paso al frente en esa dirección.

«Las grandes transformaciones no parten de un héroe o heroína. Parten de una sociedad civil organizada que piensa y sabe lo que quiere para Brasil. Soy apartidaria», recalca.

«Lo que quiero es continuar siendo una política apartidaria, haciendo una planificación estratégica. Ningún país sale adelante si no sabe lo que quiere para los próximos 10 años en educación, salud, empleo y vivienda», declara.

Ella prefiere actuar en la retaguardia. Desde hace ocho años capitanea el Grupo Mulheres de Brasil, que cuenta con 87.000 mujeres en todo el mundo «de diferentes clases sociales, colores y religiones» que luchan por estimular la participación femenina en todos los ámbitos, entre ellos el de los negocios.

Brasil, recuerda la empresaria, tan solo tiene un 7% de mujeres en consejos de administración de empresas con capital abierto, una cifra que se reduce al 4% si son excluidas las dueñas de compañías e hijas de dueñas.

Conscientes del abismo existente entre hombres y mujeres en el mundo de los negocios, el grupo entró con una propuesta en el Congreso para que sean instauradas cuotas en empresas privadas y públicas para que la presencia de mujeres en consejos de administración llegue a 30%. Si se esperase a la meritocracia, precisa, se tardaría más de un siglo el alcanzar dicha meta. «Estoy totalmente a favor de las cuotas, son un proceso transitorio para corregir una desigualdad», subraya Trajano.