Quedó mucha vaca fallada en el campo

CONSULTORA SERAGRO

Puede decirse que, en la opinión de los técnicos, los primeros diagnósticos de preñez, aunque no son generalizadamente malos, anticipan una caída respecto al año pasado y también al anterior. Hay que considerar que los establecimientos que controlan la preñez obtienen normalmente un mayor índice de procreo que el común; y los resultados promedio, sin ser desastrosos, no son buenos.

Es recién en este mes de mayo que habrán de masificarse estos trabajos, por lo que estos datos son preliminares; es probable que la tendencia sea a empeorar a medida que avancen los diagnósticos, y que finalmente la parición sea bastante peor que lo que sugieren los datos de los establecimientos relevados actualmente.

Según Gabriel García Pintos, que trabaja en una zona muy extensa, principalmente del Sur del país, los establecimientos que realizan un manejo muy ajustado a las necesidades de los animales siguen obteniendo buenos resultados: "seguimos consiguiendo más del 90% de preñez en esos predios; pero es la consecuencia de mucho trabajo anterior: se revisan los toros, se ranquean por su capacidad de servicio, se vacuna contra las venéreas, se da fósforo a los vientres, se hace destete precoz con excelentes resultados. De todos modos, en muchos predios más tradicionales, se notan caídas: como bajar de 75% a 50% el porcentaje de preñez", reconoce; "mi interpretación es que la pastura, muy abundante, tuvo problemas de calidad; falta de fósforo, de oligoelementos, que afectaron el celo", y abunda en ejemplos que lo justificarían.

En el mismo sentido, Alfredo García, veterinario de la zona de Young, estima que se sobreestimó el poder alimenticio de la pastura, que era abundante, pero evidentemente de baja calidad: "las pruebas en sangre que se han hecho a los animales están mostrando carencias en minerales; sin embargo no hay evidencias científicas comprobadas de que el problema provenga de la pastura", se trata de estimaciones "a ojo de buen cubero". Destaca además problemas de leptospirosis (que provoca abortos), los que deben merecer mayor atención, ya que hay vacunas disponibles. Los porcentajes de preñez están claramente por debajo del año pasado; por ejemplo, un rodeo que conseguía más del 90%, ahora está en 79%; y otro de manejo más tradicional, pero que preñaba el 80%, ahora está en 50%. Hay muchos casos así.

El problema mayor lo detecta en los tambos: "el año pasado, por los problemas financieros de los establecimientos, no se dio la ración necesaria a los animales en invierno, y hoy están faltando las vacas a parir: el grueso va a parir recién en primavera".

Daniel Gambetta, residente en Paso de los Toros, pero que trabaja sobre una extensa zona, resalta lo irregular de los resultados. "Algunos no notan la baja, y en otros casos es enorme. El año pasado fue muy bueno, y ahora estamos bastante por debajo. El basalto anda mejor que los campos de arena, de Tacuarembó al Este y Norte, y zonas de Cerro Largo, lo que debe atribuirse a la pastura, no a las diferencias de manejo. El basalto, con un verano llovedor, produce muy bien". Destaca que las vacas se preñaron tardíamente: "en un año normal, sólo queda un 20% de la preñez en el último mes de servicio; este año fue como el 50%. Aún las vaquillonas inseminadas, que normalmente se preñan en el primer mes de servicio, fallaron masivamente, o directamente no ciclaban. En febrero y marzo se preñó un alto porcentaje de los vientres" , expresa, en consonancia con lo expresado por otros colegas, por lo que puede preverse que la parición próxima se va a atrasar.

"La falta de plata también jugó un papel importante: no se dieron sales minerales suficientes, no se vacunó contra las enfermedades venéreas, y se hicieron menos destetes precoces que otros años", afirma.

También el veterinario Gustavo Sacco, de Florida, cuyo trabajo abarca desde San Ramón a Sarandí del Yí, extendiéndose hacia el Oeste por una extensa zona de Durazno y Florida, destaca la variabilidad de los resultados de preñez, pero que se ubican entre un 10 y un 12% por debajo del año pasado, y algunos casos mucho más: del 93 al 77%, en un caso concreto.

Resalta la importancia del tema sanitario, en un año muy lluvioso: "en vaquillonas habría que atender más los parásitos gastrointestinales, y hubo mucho saguaypé en rodeos de todos lados". Otro factor que está pesando es la lactancia: "las vacas con cría al pie, dieron mucha leche este verano, y tuvieron problemas de celo", concluye.

En Nico Pérez, Hugo Martínez coincide con la impresión de sus colegas respecto a la variación entre establecimientos: "tenemos casos de 27% de preñez y otros del 90%. Llevamos datos de la condición corporal de los vientres, y es excepcional: 4 o hasta 5 en las vacas entoradas, y sin embargo la preñez no es tan buena como debería ser de acuerdo al estado", reflexiona. En esas zonas de Nico Pérez, de campos estivales sobre cristalino, el entore se realiza más tardíamente, por lo que aún es prematuro llegar a una conclusión, pero todo parece indicar que habrá también una clara disminución en los porcentajes de preñez.

Menos problemas parecen detectar los veterinarios del Norte: Eduardo Teixeira en Salto (pero también Artigas, Tacuarembó y Paysandú), y Washington Pírez en Tacuarembó, que destacan el excepcional estado de los campos y los animales, que sigue explicando buenos índices de preñez en los rodeos. De todos modos, Teixeira encontró dificultades en las vaquillonas, con menos celo, a pesar del excelente estado, y también señala el retroceso en el número de establecimientos que hacen destete precoz y vacunan contra venéreas, lo que habrá de resentir los resultados finales.

ENTORE. Preguntamos a los profesionales cuál era la actitud de los productores frente al gran número de vacas falladas: las van a descartar en el estado actual, las invernarán, o las van a entorar.

Hay de todo, aunque como tónica general, los que tienen mejores campos van a entorar en invierno. Eso no lo hace quien quiere, porque se precisa abundante forraje de buena calidad y un manejo correcto, para lograr preñar una vaca en esa época.

Crece el rodeo

El número de terneros que ingresan al rodeo supera ampliamente a la extracción. En la parición del 2002, que será la declaración próxima, el número de terneros debe ser aproximado al del año anterior: 2,5 millones de cabezas. La parición de este año se ubicaría así entre los 2,2 y los 2,5 millones.

Faena reducida

A estas cifras de faena debe agregarse la de los mataderos y los establecimientos, que no llegan en total a 100 mil reses más, y también la parición, que estos dos últimos años fue muy baja. Exportación en pie, no hubo.

Problemas

Pasturas abundantes, pero de baja calidad; falta de suplementación y sales, que determinan carencias de minerales; enfermedades venéreas, parásitos, retroceso en la utilización de manejos adecuados, como destete precoz y revisación de toros; son los problemas más citados por los profesionales.

Los establecimientos que realizan diagnóstico de preñez, son por lo común, más adelantados que el promedio; suelen ser los que realizan un manejo del rodeo de cría más afinado, y el tacto o la ecografía integran parte de ese manejo.

Si bien la parición de la próxima primavera no alcanzará, en porcentaje del entore, los altos guarismos de los dos últimos ejercicios —primaveras del 2001 y 2002—, el número absoluto de terneros que nacerá será importante, por la gran cantidad de vacas que se sirvieron en este verano pasado.

Las faenas realizadas de los últimos dos años y medio no guarda relación con las voluminosas pariciones: el stock vacuno viene creciendo aceleradamente, y habrá de ocurrir otro tanto en este ejercicio.

Los testimonios pusieron énfasis en el comportamiento del clima. Existe disparidad en la situación forrajera actual, según las lluvias caídas en cada zona. En el Norte llovió demasiado, y en el Sur y Centro Sur, el agua ha sido totalmente insuficiente.

La parición se va a atrasar: el problema se arrastrará para el año próximo.