Intensificación agrícola: hay herramientas para afrontarla

| El tema del momento convocó a productores, investigadores y a los operadores, en jornada organizada por el INIA

CONSULTORA SERAGRO

Fue realizado en la ciudad de Mercedes el Simposio sobre "Sustentabilidad de la intensificación agrícola", organizado por INIA, en la conmemoración de los 90 años de La Estanzuela, con instalaciones totalmente colmadas por productores, técnicos y agentes del sector, en el acogedor Teatro Municipal de dicha ciudad.

Durante el correr del día fueron tratadas diferentes áreas vinculadas al nuevo proceso de intensificación agrícola, con la intención de definir un sistema sustentable a largo plazo, tanto desde el punto de vista económico como ambiental.

LA INVESTIGACION. Parte de la jornada estuvo centrada en mostrar los numerosos trabajos de investigación llevados a cabo justamente en La Estanzuela, en donde la idea central fue la de analizar cómo se ve afectado el ambiente frente al cambio impuesto por la intensificación agrícola planteada, sobre el sistema tradicional basado en una rotación con una fase agrícola y otra de pasturas.

En primer término, fue ratificada por todos los presentes la adopción de la siembra directa como sistema tecnológico integral (frente al sistema de laboreo convencional), en la medida que genera beneficios sobre la conservación del recurso suelo, produciendo una menor erosión y mayor almacenaje de agua, entre otras ventajas.

Pasando luego a confrontar agricultura continua con sistemas mixtos agrícolas-ganaderos, los trabajos presentados fueron concluyentes sobre las ventajas que genera incluir la pastura en la rotación, en la medida que logra una mayor conservación de la calidad del suelo: permite una mejor descomposición del rastrojo reduciendo así la incidencia de enfermedades; genera una comunidad vegetal diversa permitiendo un mejor desarrollo de enemigos naturales y consecuentemente una menor vulnerabilidad al ataque de plagas; así como también disminuye posibles ocurrencias de malezas tolerantes y/o resistentes al glifosato.

NUMEROS. Al avanzar sobre los resultados económicos de ambas opciones, fue presentado un completo modelo de simulación económica, en donde los principales resultados fueron la obtención de mejores márgenes económicos en los sistemas de agricultura continua, aunque sin diferencias significativas frente a los sistemas agrícolas-ganaderos. Por otra parte, si bien los coeficientes de variación en los sistemas agrícolas puros fueron mayores, no fue importante la diferencia con respecto a los sistemas mixtos, lo que inicialmente podría esperarse.

LOS PRODUCTORES. Jugosos puntos de vista fueron expresados por los distintos productores presentes en el panel, actores fundamentales en el desarrollo productivo del sector. Como ejemplo, el productor Marcos Gigou expresó su convencimiento de que la agricultura continua en siembra directa, con la soja liderando el sistema, es sustentable, aceptando limitantes pero expresando que son todas superables, y sobre todo destacando las ventajas y fortalezas del sistema tanto desde el punto de vista ambiental como económico, a partir de una capacidad empresarial eje central del sistema.

Por otro lado José María Nin destacó que si bien la agricultura continua en directa y bien hecha puede ser sustentable, los sistemas agrícolas-ganaderos, además de ser sostenibles ambientalmente, son los que presentan mayor flexibilidad y menor riesgo asociado a la variación en los precios de los granos y la carne, en la medida que estos responden a estímulos diferentes. Como estrategia a nivel individual destacó la viabilidad de ambas opciones, y su elección en función de la potencialidad del recurso suelo dentro de la empresa, y el riesgo dispuesto a asumir.

CONCLUSIONES. Frente a la reciente explosión del cultivo de soja y cambios en la tenencia y modalidad de contratos, surgió la preocupación generalizada del peligro del monocultivo de soja, en relación a sus efectos sobre el ambiente y su expansión a suelos inadecuados (actualmente cubiertos por pasturas naturales). Si la intensificación agrícola supone este camino, el sistema no es sustentable ambientalmente en el mediano plazo. Para ello, sugirieron algunos de los expositores, es necesario la participación del Estado regulando la conservación de los recursos naturales.

Por otro lado, es posible realizar agricultura continua en siembra directa con rotación de cultivos, aplicando correctamente las tecnologías disponibles, y el sistema puede ser sustentable tanto desde el punto de vista ambiental como económico. En la medida que esto ocurra, habrá que considerar sus efectos sobre la producción ganadera, la cual será parcialmente desplazada de las zonas donde la agricultura irrumpa.

SISTEMA URUGUAYO. Pero el más amigable con el ambiente, y también sustentable económicamente, resultó el sistema mixto de agricultura y pasturas. En este sentido Roberto Díaz, de INIA, resaltó algunas condicionantes que puede tener el mismo, como son a nivel productivo los problemas de compactación que dificultan la transición de la fase pasturas a la agrícola, y a nivel empresarial la relación inversa que tienen ambas actividades en cuanto a la superficie empleada, ya que mientras que la competitividad agrícola pasa por aumentar el área, los ganaderos más competitivos (según datos de Giprocar) son los de menor superficie, por lo que habría que buscar mecanismos contractuales que compatibilicen ambas actividades.

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