La nueva sociedad de Pluna arrancó con el pie izquierdo en España. La destitución del ex gerente general en Madrid, César Burgueño, le implicó un juicio que aún no está claro cuánto costará al Estado.
Si bien se manejó que Pluna deberá indemnizar al funcionario con entre 400.000 euros y 600.000 euros, el representante del Estado en la aerolínea, Carlos Bouzas, dijo a El País que aún no se sabe cuánto costará el despido. Esto dependerá de la legislación española y del resultado de la negociación en curso. Bouzas regresó ayer a Montevideo de España tras participar en la instancia judicial en ese país.
El acuerdo firmado entre Pluna y Leadgate Investment previó un fondo de reserva de U$S 500.000 con recursos estatales para utilizarse en "futuras reestructuraciones de personal". Se previó que el fondo estará vigente por 18 meses. Sin embargo el caso del gerente de España estaría por fuera de ese fondo.
Paralelamente la gerencia de personal comunicó que Jorge Rodríguez (propietario de Sociedad Aeronáutica Oriental, que forma parte de los capitales privados nacionales de Pluna) será quien ocupe la gerencia general de la compañía en Madrid y que Marcelo Vernino será el número dos.
Vernino tiene experiencia en el sector tras haber sido director para España y Portugal de la aerolínea argentina Southern Winds. De hecho, ocupaba ese cargo cuando ocurrió el conocido caso en 2004 de un avión de esa compañía que trasladó en valijas -sin pasajeros a bordo- unos 60 kilos de cocaína desde Buenos Aires hacia Madrid.
Si bien el caso aún no fue resuelto -se realizará un juicio oral en setiembre próximo en Buenos Aires- la Justicia, que originalmente indagó a Vernino, finalmente decidió que fuera sobreseído (exculpado).
CONTRATO. Esta semana los ministros de Economía, Danilo Astori y de Transporte, Víctor Rossi, junto al presidente de la República, Tabaré Vázquez, firmaron el decreto que aprobó los contratos celebrados con Leadgate Investment por la asociación con Pluna con lo que quedó formalmente concretada nueva sociedad mixta.
Entre los argumentos que se expusieron para la firma figura la necesidad de "capitalizar la compañía, que venía registrando pérdidas sistemáticas de significativa entidad, acrecentadas luego de haber quedado sin efecto la anterior asociación celebrada con la empresa Varig".
Pese a haber quedado atrás la asociación con Varig, ésta mantiene una deuda con Pluna por el entorno de los U$S 600.000 producto de servicios de transporte no pagos, dijeron a El País fuentes de la aerolínea.
Esta deuda entra dentro del paquete que el Estado deberá salir a cobrar antes de fin de año. En el contrato se estableció que todos aquellos créditos que no se hayan cobrado al 31 de diciembre próximo se computarán como incobrables y el gobierno deberá hacer frente por los mismos.