DECISIÓN

La Reserva Federal suaviza la suba del “precio del dinero”, ¿qué pasó?

Con esta alza, menor que las subidas previas, las tasas se sitúan en 4,5%/4,75%, la cifra más alta desde septiembre de 2007.

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Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed)
Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed).
Foto: AFP

La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) anunció ayer el octavo aumento consecutivo de las tasas de interés, un alza de 0,25 puntos, que confirma una ralentización en las subidas de los tipos.

Con esta alza, menor que las subidas previas, las tasas se sitúan en 4,5%/4,75%, la cifra más alta desde septiembre de 2007.

“Los aumentos continuos serán apropiados para lograr una postura de política monetaria que sea lo suficientemente restrictiva para devolver la inflación al 2%”, apuntó el banco central estadounidense en un comunicado en el que reconoce que esta tasa “ha disminuido un poco, pero sigue siendo elevada”.

Para determinar el alcance de las subidas futuras, añadió la Fed, se tendrá en cuenta el endurecimiento acumulado de la política monetaria, el tiempo que tarda en verse el impacto de dicha política en la economía y la inflación, así como la evolución económica y financiera.

En una declaración, los funcionarios de la Fed repitieron el lenguaje que han utilizado desde marzo que dice: “los aumentos en curso en el rango objetivo (de tipos de interés) serán apropiados”. Esto se considera una señal de su intención de volver a subir las tasas de interés de referencia en su próxima reunión de marzo, y quizá también en mayo.

La subida de la Fed se anunció un día después de que el gobierno informara de que los salarios y las prestaciones de los trabajadores estadounidenses crecieron más lentamente en los tres últimos meses de 2022, la tercera desaceleración consecutiva.

Tras dos días de reunión que mantuvieron, los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed (FOMC, por sus siglas en inglés) votaron en forma unánime.

Para tratar de poner coto a la inflación, la Fed inició en marzo de 2022 las subas con un tímido 0,25 puntos. En el pasado mayo elevó los tipos 0,5 puntos y en junio ya comenzó una racha de aumentos de 0,75 enteros, antes de volver a bajar al 0,5 el pasado mes de diciembre.

Desde que alcanzó su pico en junio (9,1%), la inflación se ha relajado hasta el 6,5% y en diciembre bajó por sexto mes consecutivo, un dato que según los analistas económicos es señal de que las subidas de tipos están comenzando a hacer efecto en la economía estadounidense.

Sin embargo, desde la Fed han seguido insistiendo en que no pararán hasta que se llegue a una política monetaria que sea suficientemente restrictiva para volver a una inflación del 2%.

Euro

Por su parte, el euro subió ayer hasta el nivel de los US$ 1,09, después de la publicación de datos decepcionantes de la economía estadounidense y a la espera de las decisiones de la Reserva Federal (Fed).

El Banco Central Europeo (BCE) fijó el cambio de referencia del euro en US$ 1,0894. El dólar se debilitó tras las cifras de gestores de compras del sector manufacturero estadounidense de enero, que mejoraron respecto a diciembre pero se mantienen en terreno contractivo, según S&P Global Market. Además, el sector privado de EE.UU. creó en enero 106.000 empleos, muchos menos que en diciembre (253.000 empleos). El euro también se apreció tras la publicación de las cifras de inflación de la zona del euro.

La inflación interanual de la eurozona cayó siete décimas en enero, hasta el 8,5%, y encadena tres meses seguidos de descenso, lo que alimenta la esperanza de que la subida de precios en el área del euro haya tocado techo.

Las cifras de EE.UU. son un argumento a favor de que la Fed ralentice el ritmo de subidas de los tipos de interés y las de la zona del euro avalan que el BCE continúe subiendo más los suyos.

El director de inversiones global de Renta Fija de Allianz Global Investors, Franck Dixmier, comenta que los anuncios de las reuniones de política monetaria del BCE y de la Fed de esta semana “no deberían sorprender a los mercados, que esperan subidas de tipos de 50 puntos básicos para el primero y de 25 puntos básicos para la segunda.”

Dixmier prevé que la presidenta del BCE, Christine Lagarde, insista en su mensaje de línea dura, mientras que las expectativas de los inversores sobre el tipo terminal siguen siendo demasiado moderadas. “La reunión debería dar lugar a una revisión al alza de las expectativas de futuras subidas de tipos, lo que podría presionar los rendimientos de los bonos”, añade Dixmier.

Los inversores esperan que se alcance un tipo terminal del 3,25% antes del verano. Esta expectativa para todo el ciclo de endurecimiento monetario parece demasiado moderada.

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