Este contenido es exclusivo para nuestros suscriptores.
La Cámara de Industrias del Uruguay (CIU) y la Cámara Industrial de Alimentos (Ciali), manifestaron su preocupación ante la situación de Ta-Ta, supermercado que -según afirman las gremiales y también el sindicato de comercio y servicios-, está afectado en su nivel de ventas debido al ingreso de productos más baratos desde las ciudades fronterizas.
Luego de que cesara el cierre fronterizo entre los países vecinos de Uruguay debido a la pandemia del covid-19, en los departamentos del litoral comenzó a notarse una avalancha de productos que ingresan por la frontera -principalmente desde Argentina- que, debido a la diferencia cambiaria con ese país, llegan a Uruguay con precios más baratos. En el último tiempo, las personas deciden cruzar al país vecino para luego consumir y comercializar los productos a nivel local, a precios más baratos, lo que perjudica a los comercios nacionales.
Esta problemática ha golpeado a la cadena de supermercados Ta-Ta. Según informó la empresa a fines del año pasado, sus ventas bajaron 2% en 2022, afectadas principalmente por una menor operativa en sus locales fronterizos. De acuerdo con dicha empresa, lo comercializado en esos departamentos fronterizos, representa el 30% del total de sus ventas.
Ante esa problemática, Fernando Pache, presidente de la CIU y secretario de la Ciali, dijo a El País que a las cámaras le han llegado “varios comentarios de diferentes gremiales, con la preocupación de que Ta-Ta cuenta con una baja en las ventas, a raíz del ingreso por vía no legal de productos argentinos, que se ven en diferentes ferias de la periferia de Montevideo y en comercios del litoral”.
De acuerdo con Pache, ese fue el motivo por el cual Ta-Ta “pidió un periodo de plazo sobre las obligaciones negociables (ON) que emitió en su momento, generando un aplazamiento de pago de dichos intereses”.
El pasado 28 de diciembre, El Observador informó que Ta-Ta había pedido una dispensa por el “futuro posible incumplimiento” de las ON que había emitido en la Bolsa de Valores. El supermercado informó en ese entonces a los titulares de sus ON que no podría cumplir con el Ratio Endeudamiento (deuda financiera neta / Ebitda), en los términos previstos en el documento de emisión. Esto, debido a las bajas del 2% en sus ventas, ocasionadas por “una desaceleración en el consumo a instancias de un aumento de la inflación, deterioro del mercado laboral, apertura de fronteras y la pérdida de competitividad” con los países vecinos, según detalló.
No obstante, en ese comunicado, la empresa también informó que sobre los últimos dos meses de 2022, observaron “signos de mejora” y que la compañía tenía “capacidad de repago de todas sus obligaciones y buenas perspectivas para 2023”.
Sin embargo, las gremiales empresariales analizan “con suma preocupación” la situación de Ta-Ta, dado que entienden que la empresa está “muy afectada” y señalaron que están “expectantes para ver qué sucede”. La misma visión es compartida por la Federación Uruguaya de Empleados de Comercio y Servicios (Fuecys), según afirmó a El País su presidente, Favio Riverón. El País intentó sin éxito comunicarse con autoridades de Ta-Ta para que explicaran cuál es la situación actual y qué tan perjudicada está al inicio de 2023 por la diferencia cambiaria con Argentina.
De acuerdo con el presidente de la CIU, Ta-Ta está afectada por el “aumento del cruce de productos desde fronteras y por consecuencia, por la disminución de sus ventas”. A su entender, eso generó que dicho supermercado “no cuente con ingresos suficientes para pagar los intereses que pidió prestados”, explicó.
Esta no es solo una problemática que afecta a Ta-Ta. Según había dicho Pache a El País días atrás, “algunas de las empresas” de los diferentes sectores de aprovisionamiento de productos de almacén, con las que la CIU ha intercambiado, “determinan un 30% de disminución de sus ventas en el interior, otras 40% y otras 60%”.
Por su parte, desde el sindicato, Riverón, indicó que “Ta-Ta ha sido de las empresas que más ha abarcado preocupaciones debido a la situación de la liberación de importaciones”, reclamo que han hecho sobre todo “desde que se empezó a dar la situación cambiaria” con Argentina. “Queda la duda de si en realidad lo que están necesitando es la libre importación o si en realidad tienen problemas de otro tipo, aunque por ahora no se ha determinado concretamente cuál es el problema de fondo”, agregó.
Sin embargo, Riverón remarcó que desde Fuecys creen que la libre importación puede tener un impacto negativo de otras características, en “cuestiones económicas mucho más gruesas”, en comparación con “una situación puntual” que se está dando en la frontera con el país vecino.
La libre importación desde los países vecinos, beneficiaría a los supermercados dado que podrían ofrecer productos a menores precios, ya que importarían de forma directa sin tener que acudir a las importadoras que operan en el país.
Sin embargo, según Riverón, esto puede generar una competencia diferencial con otras empresas, situación que “está lejos de lo establecido”, dado que “hoy Uruguay tiene una política arancelaria con varios productos”. Esa situación cambiaría “drásticamente si se libera” la importación y traería “muchas complejidades”, remarcó el presidente de Fuecys.