Durante 2023, el sector inmobiliario uruguayo tuvo movimientos en varios frentes. Las viviendas promovidas tuvieron un gran dinamismo, así como la inversión en barrios privados, con lo que no solo se logró atraer a inversores locales, sino también a extranjeros.

En ese marco, ¿qué esperan los actores del sector para el 2024? La llegada de las elecciones presidenciales ¿afectará o mantendrá el nivel de inversión? ¿Cuáles son las zonas destacadas en las cuales ven oportunidades de crecimiento?

Matías Medina, vicepresidente de la Cámara Inmobiliaria Uruguaya (CIU), sostuvo que el dinamismo del sector sigue siendo “sólido” y “va a seguir así”, siempre y cuando “el valor del dólar acompañe”.

En esa línea, destacó que, a pesar de que Uruguay es estable en materia económica y política, durante el período electoral “hay un período de estancamiento”, aunque afirmó que si Uruguay se encuentra sólido económicamente y se consolidan las ventas y alquileres como se vienen haciendo, no cree que las elecciones “vayan a influir tanto como en otros años, cuando había una situación económica peor que la actual”, señaló.

Consultado sobre la misma temática, Fabián Kópel, CEO del estudio Kópel/Sánchez, dijo que el sector tendrá “un muy buen año”, ya que “cualquiera de los tres candidatos que tienen posibilidades han apoyado la inversión privada en sus gestiones y entienden la importancia de lo que implica la promoción privada para el desarrollo del país”, por lo que no ve como un riesgo que haya inversores que se retraigan a la hora de invertir en los activos inmobiliarios, durante la época electoral.

“Quienes hagan campaña política tienen que ser muy claros a la hora de sostener esas leyes que han impulsado la construcción en el país”, agregó.

En referencia a zonas que pueden tener un “boom” durante 2024, en lo que refiere al desarrollo inmobiliario, Medina afirmó que la inversión en el Distrito El Globo -un polo que combina negocios, arte y tecnología en Ciudad Vieja-, ya realizada por un grupo inversor internacional, se centrará en reconvertir el casco histórico de Montevideo, ya que en otros países del mundo, “esas zonas son las que tienen mayor valor”.

Estos nuevos edificios, ubicados estratégicamente en el puerto de Montevideo, contarán con espacios de cowork, hotel boutique, gastronomía, gimnasio y oficinas.

“Creemos que de a poco y con este tipo de acciones, la Ciudad Vieja puede llegar a remontar y fomentar la compra o alquiler de viviendas en una zona que muchas veces se alquila de forma temporal, ya que hoy en día la gente no quiere vivir allí por un tema de servicios y seguridad”, explicó.

En ese sentido, sostuvo que dicho grupo inversor tuvo conversaciones con la Intendencia de Montevideo (IMM), ya que es clave recibir el respaldo “del entorno”, al realizar una inversión de esta magnitud.

Ese diálogo resulta clave para el correcto desarrollo de este proyecto, según Medina, ya que con los anteriores gobiernos de turno nunca se logró aplicar un plan de recuperación respaldado por la IM, según señaló.

Por su parte, Kópel remarcó que ve un “crecimiento sostenido” durante 2024 en la Avenida de las Américas y en Barra de Carrasco, ya que hay algunos proyectos en construcción y otros en puerta. “Allí tenemos el mayor volumen de construcción. Hemos vendido muy bien, por lo que sigue existiendo una buena demanda”, agregó.

A su vez, destacó que en breve lanzarán un proyecto en sociedad con Zonamérica, donde se construirán una serie de viviendas bajo el marco de la Ley de Vivienda Promovida, lo que dará “una solución a gente que hasta ahora no tenía vivienda”.

Respecto a los inversores internacionales, Medina señaló que los empresarios argentinos continuarán arribando al país en busca de oportunidades, no solo en las nuevas propiedades, sino también en las usadas, ya que son las que “tienen mayor rentabilidad y mejor precio”. Consultado sobre la irrupción de los barrios privados, Medina dijo que la tendencia “va a seguir”, pero orientada al perfil del consumidor final, ya que “muy pocas personas compran una casa en un barrio privado para usarla como renta”.

En este sentido, dijo que “se van a valorizar mejor los barrios privados que cuenten con el mejor entorno, es decir, con un correcto ecosistema en sí y con un acceso en correctas condiciones”.

Ignacio Albanell, director de Meikle Bienes Raíces, opinó que los barrios privados “han crecido muchísimo”, aunque sostuvo que ya no se debe tanto a un “tema de seguridad”, sino a la búsqueda de espacios verdes, como consecuencia del aislamiento por la pandemia del covid-19.

En esa línea, el director de esta empresa destacó a los inversores brasileños como a los nuevos jugadores destacados de dicho mercado, ya que la exoneración fiscal vigente en Uruguay, en materia de estas inversiones, les “tienta” y hace que lleguen a invertir en el país.