Brasil pretende expandir un programa para llevar energía eléctrica a regiones pobres y remotas, con 400.000 nuevas conexiones los próximos dos años, anunció la presidenta Dilma Rousseff. "Ahora tenemos un gran desafío, que es llevar energía eléctrica a personas que viven en lugares de acceso más difícil, aisladas en medio del bosque, en cerros e islas".