El gobierno argentino marcó el fin al reloj de la cuenta regresiva del corralito financiero ayer tras pagar el Boden 2012. Empero, todavía resta pagar el Boden 2013 al que se acogieron ahorristas de la crisis que recibirán unos US$ 200 millones.
En 2001 con la imposición del corralito financiero, el gobierno argentino confiscó unos US$ 70.000 millones a miles de ahorristas en medio de la crisis con el objetivo de contener la corrida bancaria. En ese entonces los ahorristas fueron obligados a elegir entre tomar el bono Boden 2012 en dólares o aceptar la pesificación de sus depósitos. Aquellos ahorristas que rechazaron el bono Boden 2012 luego tuvieron una nueva oferta del gobierno que se materializó en el bono Boden 2013. Es así que si bien ayer el pago de la octava y última cuota de capital e intereses del bono Boden 2012 llevó a tenedores a recuperar unos US$ 2.197 millones, en 2013 hay quienes recibirán otros US$ 200 millones aproximadamente, poniendo así fin al corralito.
"Sin deuda somos más libres", sostuvo el anuncio sobre la liquidación del bono por un monto total de US$ 19.600 millones que comenzó a pagarse en 2005.
Según el gobierno de Fernández, el pago del viernes demuestra la independencia económica lograda por su política de desendeudamiento alejada de "condicionalidades externas``, que ha incluido dos canjes de deuda en 2005 y 2010 que permitieron rescatar 92,4% de los títulos en mora desde diciembre de 2001, cuando el país declaró un histórico cese de pagos por más de US$ 100.000 millones.
Según publicó El Cronista en base a cálculos de Quantum Finanzas, la consultora del exsecretario de Finanzas, Daniel Marx, fue mejor negocio a largo plazo haber aceptado el Boden 2012 que la pesificación de los depósitos.
Lo cierto es que desde la época del corralito el bono fue cambiando de manos y, en un contexto de cepo cambiario, en las últimas semanas la demanda se incrementó llevando su precio hasta US$ 113 por cada plancha de US$ 100.
La presidenta argentina Cristina Fernández, dijo el jueves que el 22% de los tenedores de esos títulos están en Argentina, mientras que el restante 78% corresponde a titulares en el extranjero. Fernández agregó que la mayor parte de los titulares de los bonos en el extranjero son fondos de Estados Unidos, aunque no los identificó, mientras que los principales poseedores de títulos en Argentina son un sindicato y en segundo lugar un banco que, según la mandataria, "difundía versiones de que el Boden 2012 no se iba a pagar". Entre los tenedores extranjeros se menciona a grandes fondos de inversión como Franklin Resources, Black Rock, MFS, Capital International Fund, Fidelity Investment y Capital World Investment.
DEUDA. El pago del Boden 2012 con reservas del Banco Central redujo la deuda en dólares de Argentina en relación con el Producto Interno Bruto (PIB) del 9,6% al 8,4% cuando, según la presidenta, esa relación era de 92% en 2002.
El corralito fue uno de los hechos más traumáticos de la debacle económica que derivó en la caída del entonces gobierno de Fernando de la Rúa (1999-2001), el 20 de diciembre de 2001, en medio de una rebelión popular que dejó una treintena de muertos.
Cuatro días más tarde de la caída de De la Rúa, Argentina declaraba un default por US$ 100.000 millones, el más abultado de la historia.
Argentina reestructuró el 93% de esa deuda en mora en dos etapas, la primera en 2005 con una quita de entre 45% y 75%, según los bonos, y la segunda en 2010 con una quita del 66,3%.
En 2006, canceló en un solo pago el total del adeudo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por unos US$ 9.500 millones.
El exministro de Economía Roberto Lavagna, artífice de la reactivación argentina a partir de 2002, aseguró a la AFP que el bloqueo de depósitos fue un "acto desesperado que no hizo más que agravar la situación" de la crisis.
"El corralito, que después fue seguido por el corralón (bloqueo de cuentas corrientes), inmovilizó todos los depósitos del público en los bancos y fueron (ambos) un mal remedio, un intento de no reconocer la realidad", dijo Lavagna, crítico de la convertibilidad con paridad cambiaria uno a uno del peso y el dólar, vigente entre 1991 y 2002.
Para el exfuncionario, el corralito dejó "cicatrices en la conciencia colectiva" de los argentinos. En aquellos días, cientos de ahorristas desesperados por la confiscación de sus depósitos reclamaban la devolución de los fondos golpeando con martillos y otros elementos contundentes las persianas bajas de los bancos, que habían cerrado por temor a los incidentes.
El senador opositor Nito Artaza (UCR, socialdemócrata), quien desde 2001 se puso a la cabeza de un grupo de ahorristas damnificados, fustigó la forma de salir del corralito.
"Los Boden 2012 consistieron en socializar la deuda de los bancos, en estatizar la pérdida de los bancos. Los Boden 2012 son parte de esa deuda: hoy los que están brindando son los banqueros. Con esto termina de cerrarse la estafa perfecta, el latrocinio que significó el corralito, pero hay miles de personas que todavía no cobraron sus ahorros", aseguró a la AFP. EN BASE A AFP/ AP/ LA NACIÓN / EL CRONISTA.
El "blue" descendió
El peso argentino se mantuvo estable ayer en la plaza de la vecina orilla a $ 4,60 por dólar y cerró la semana sin cambios en el mercado oficial. En el mercado informal, el billete verde o "blue" siguió con una tendencia descendente y se cotizó entre $ 6,13 y $ 6,21, según diarios económicos. Operadores del mercado tienen la expectativa de que el desembolso del Boden 2012 le quite presión al precio de la divisa.