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"Lamentablemente, a Ancap se le acabó la paciencia para mostrar buena voluntad y tenemos que ejercer la autoridad”, argumentó el presidente de la estatal, Alejandro Stipanicic, al ser consultado por el senador frenteamplista José Nunes sobre las últimas medidas que el directorio de Ancap tomó en base a medidas sindicales.
En el marco de la comparecencia de las autoridades del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) y de Ancap a la Comisión de Industria del Senado -a la que concurrieron para explicar los detalles de la asociación con un privado en el negocio del pórtland y la cal-, el senador frenteamplista cuestionó las últimas medidas tomadas por la estatal frente al conflicto con la Federación Ancap (Fancap) y dijo que implican “echar nafta al fuego”.
El senador hizo referencia a tres resoluciones adoptadas por las autoridades de Ancap en las últimas semanas que tensionaron aún más la relación con el sindicato: el descuento aplicado a algunos trabajadores que no ingresaron al área laboral luego de que la Inspección General del Trabajo y Seguridad Social (Igtss) constatara que había extintores vencidos; la segunda referida a la aplicación retroactiva por permisos de licencia sindical; y la tercera vinculada a los descuentos a los trabajadores que se adhirieron a los paros de Fancap.
Esas medidas “no ayudan mucho a encontrar los acuerdos necesarios” entre Ancap y el sindicato, manifestó Nunes.
Como respuesta a esto, Stipanicic detalló el porqué de cada medida y argumentó que Ancap tiene “la legítima autoridad” para implementar esas disposiciones, sobre las cuales aclaró que “no son sanciones, sino aplicaciones de estricto sentido de justicia, porque el tiempo no trabajado no se paga”.
Con respecto a la medida vinculada a los extintores vencidos, el presidente de Ancap detalló que “una enorme cantidad de trabajadores” de la refinería de La Teja “decidió no ir a trabajar durante seis días”, amparados en el decreto 291, en el entendido de que las condiciones de seguridad laboral no estaban dadas.
De acuerdo con Stipanicic, si bien los extintores estaban “administrativamente vencidos, todos estaban en condiciones de ser usados”, señaló que eso fue constatado al segundo día por la Igtss y “aún así, los trabajadores de Ancap estuvieron cuatro días más sin ir a trabajar”.
Por ese motivo, el presidente de Ancap explicó que el directorio entendió que los dos primeros días “podía caber la duda respecto a si estaban dadas las condiciones de seguridad”, pero no luego del segundo día cuando la Igtss determinó que las condiciones de seguridad estaban dadas, argumentó el jerarca.
En relación a las otras dos medidas planteadas por Nunes, Stipanicic explicó que Ancap mostró “una fortísima voluntad de diálogo y de crear ambiente para la negociación” con el sindicato pero que eso cambió cuando el pasado 23 de junio, Fancap les envió un comunicado “en el que se decía que se habían agotado las instancias de diálogo conquistadas por los trabajadores en el ámbito del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) y en el de la negociación colectiva, que no había nada más para hacer y que tomaba una serie acciones”, indicó.
Fue a partir de ese momento que el directorio de Ancap se sintió “liberado también de los compromisos asumidos” previamente con el sindicato.
Sobre la aplicación retroactiva de la licencia sindical, la resolución del directorio que limitaba las horas sindicales de 2.600 a 749 “está vigente desde noviembre de 2021, cuando se denunció el convenio. Fancap nos acusa de una denuncia unilateral y eso es cierto, pero estaba amparado en el propio convenio, que decía que una de las partes se podía sentir ofendida si la otra incumplía. Hicimos todo el procedimiento que el propio convenio, en forma inédita en este país, establecía sobre cómo denunciar el convenio; lo denunciamos y, como hicimos eso, Fancap entiende que no tiene que seguir la escalera de comunicaciones para tomar medidas gremiales y desaparece de los ámbitos de la comisión de asuntos laborales cuando se va a decretar una medida, aunque no cuando hay que hacer un reclamo. Por lo tanto, Ancap entendió que también había caído la limitación de las horas sindicales”, explicó Stipanicic al detalle.
Sobre este punto, el presidente del ente dijo que Ancap reconoce y respeta las horas sindicales, por lo que aplicaron “un criterio estricto de proporcionalidad”, por lo que “si eran 2.600 horas sindicales cuando había más de 6.000 funcionarios, ahora que tenemos 2.300, proporcionalmente el número debía ser más bajo. Además, aplicamos un criterio de más o menos lo que es el estado del arte y las reglas comúnmente aceptadas, que son media hora de trabajo sindical por cada empleado afiliado, y eso más o menos da las horas que establecimos. Ofrecimos negociar sobre ese aspecto en el ámbito del MTSS, que se cerró el 23 de junio, y no fue aceptado. Entonces, si el 23 de junio fuimos comunicados en cuanto a que el ambiente quedaba levantado, no es una aplicación retroactiva desde esa fecha, sino levantar la suspensión”.
Stipanicic enfatizó en que el sindicato no solo “dio por terminada” la negociación sino que además “recrudeció las medidas”.
“¿Se nos estará yendo la mano?”
Pese a la defensa de las resoluciones tomadas por el directorio, el presidente de Ancap admitió que él mismo se sorprendió de las decisiones tomadas. “Cuando las enumeré, yo mismo pensé: ‘¿No se nos estará yendo la mano?’.
Después recapacité y me di cuenta de que eso era la demostración de la paciencia y la tolerancia que había tenido Ancap durante un año y medio”, argumentó. En esta línea, el jerarca dijo que “siempre, por dar un paso en pos de generar un ámbito de diálogo, de dar un ámbito de negociación, de mostrar
buenas señales” con el sindicato, “Ancap estaba siendo omisa en sus responsabilidades” así como también “tremendamente injusta con las personas que hacían paro y a quienes se les descontaba las horas no trabajadas”, manifestó.