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Oatly, fabricante de alternativas lácteas, alcanzó un valor de US$ 10.000: tras salir a bolsa la semana pasada; la venta de acciones refleja los cambios en las preferencias de los consumidores
El capital de inversión tiene un lugar en la mesa, al igual que Oprah y Jay-Z. Gigantes del sector de alimentos como Nestlé andan a la rebatiña porque todos quieren participar. Este frenesí tendrá implicaciones para el clima. Incluso hay murmullos de efectos geopolíticos.
Oatly, productora de un sustituto de lecheelaborado con avena que puede servirse con cereal o que sirve para hacer la espuma del café capuchino, es el inusual foco de todo ese entusiasmo. Esta empresa sueca salió a bolsa el jueves 20 y logró una valuación de US$ 10.000 millones. La experiencia de esta empresa es una muestra de cómo han cambiado las preferencias del consumidor, un fenómeno que está transformando el sector de alimentos.
Ya no basta con que la comida sepa bien y sea saludable. Cada vez más personas quieren estar seguras de que los alimentos que compran no contribuyan al deshielo en los polos. La producción de alimentos es uno de los principales impulsores del cambio climático, en especial la relacionada con animales. Algunos sustitutos para la leche elaborados a partir de soya, anacardo, almendra, avellana, cáñamo, arroz y avena han proliferado en respuesta a la creciente demanda.
Oatly cultiva una imagen novedosa con diseños y un logotipo en sus envases que parece dibujado a mano. En su publicidad dice ser «como la leche pero hecha para humanos». Sin embargo, la compañía ya tiene más de 25 años y tiene respaldo de inversores importantes.
La accionista mayoritaria es una alianza integrada por una empresa propiedad del gobierno chino y la firma belga Verlinvest, encargada de invertir parte del patrimonio de las familias que controlan el imperio de la cerveza Anheuser-Busch InBev. Blackstone, la gigantesca firma de inversión de capital, es titular de poco menos del 8%.
El interés de inversores serios confirma que la comida vegana ya forma parte de la cultura dominante, pero eso podría dificultar que Oatly mantenga su imagen de rebeldía frente a las élites. La empresa sufrió una reacción negativa de algunos seguidores luego de que Blackstone lideró una inversión de US$ 200 millones en Oatly en 2020. Stephen Schwarzman, director ejecutivo de Blackstone, era un firme partidario del expresidente Donald Trump, quien sostiene que el cambio climático es un engaño.
Oatly expresó su esperanza de que la inversión de Blackstone inspire a otras firmas de inversión en fases consolidadas «a canalizar su valor colectivo de US$ 4 billones hacia inversiones verdes». El respaldo de Blackstone también ayudó a darle credibilidad en Wall Street. Además, no hubo ninguna señal de que esta participación ralentizara las ventas, que se duplicaron el año pasado.
Algo que favoreció la imagen de Oatly fue una lista de celebridades que invirtieron en ella, como Oprah Winfrey, Natalie Portman, la empresa Roc Nation de Jay-Z y Howard Schultz, exdirector ejecutivo de Starbucks. Estas personalidades tienen alguna conexión con el movimiento de vida saludable o las dietas basadas en plantas.
Las alternativas para la leche en alguna época eran un mercado de nicho, pero en EE.UU. tuvieron una fuerte aceptación. A nivel mundial, Euromonitor espera que la industria crezca de US$ 9.500 millones a US$ 11.000 millones.

Unilever y Nestlé
Oatly reconoce en los documentos de su oferta que enfrenta una competencia muy dura, incluso de «corporativos multinacionales con recursos y operaciones que superan por mucho los nuestros».
Uno de ellos es Unilever, que anunció el año pasado su meta para 2027 de generar ventas por 1.000 millones de euros (US$ 1.200 millones) en productos a base de plantas sustitutos de carne y lácteos, por ejemplo, la mayonesa vegana Hellmann’s o el helado Ben & Jerry’s, sin contenido lácteo. Unilever no ha anunciado planes de lanzar un sustituto para la leche.
En el pasado, Nestlé o Unilever habrían adquirido Oatly, al igual que se han tragado cientos de otras marcas. Pero tendrían problemas para justificar el audaz precio de US$ 10.000 millones que Oatly ya había establecido como punto de referencia para su salida a bolsa.
La respuesta de Nestlé fue desarrollar su propio sustituto de la leche, Wunda, que presentó este mes y que planea vender inicialmente en Francia, Portugal y Holanda. Hecha de una variedad de guisantes amarillos, Wunda es más rica en proteínas que la leche de avena.
Stefan Palzer, director de tecnología de Nestlé, se mostró en desacuerdo con quienes dicen que una gran empresa no puede moverse tan rápido como la compañía sueca. Un equipo joven de Nestlé desarrolló Wunda en nueve meses, incluidos tres meses de pruebas de mercado en el Reino Unido, dijo.
Nestlé ya tiene versiones sin lácteos de bebidas como Nesquik y los helados Häagen-Dazs y vende cremas para café elaboradas con una mezcla de leche de avena y almendras con la marca Starbucks. La compañía tiene un gran interés en desarrollar sustitutos para casi cualquier tipo de producto animal. La próxima frontera: el pescado. Nestlé ya vende un sustituto del atún llamado Vuna y está trabajando en vieiras.
Desde Suecia a Europa, China y EE.UU.
En 1994, Rickard Oste, profesor de química de alimentos y nutrición en Suecia, fundó Oatly junto con su hermano, Bjorn Oste. El crecimiento de la empresa avanzó a toda velocidad luego de que Verlinvest compró una participación mayoritaria en 2016 mediante una coinversión con China Resources, conglomerado propiedad del gobierno chino. Los nuevos recursos ayudaron a Oatly a extender sus operaciones en Europa y comenzar a exportar a EE.UU. y China. Sin duda, la participación de China Resources ayudó a abrirle puertas. Asia generó el 18% de sus ventas en el primer trimestre de 2021 y allí crece un 450% anual, según Oatly.
En Europa, cada vez hay mayor inquietud en torno a las inversiones chinas en industrias estratégicas como la automotriz, la robótica y las baterías. La Comisión Europea ha comenzado a erigir barreras regulatorias para las empresas con vínculos financieros con el gobierno chino.
Hasta ahora, nadie ha expresado temores de que China pueda llegar a dominar el suministro mundial de leche de avena. Por si acaso la participación extranjera se tornara un problema en EE.UU., el folleto informativo de Oatly ofrece la opción de cotizar en Hong Kong.
Crece venta de sustitutos de la leche
Los lácteos a base de plantas, que en EE.UU. incluyen marcas como Ripple (que utiliza guisantes) y Mooala (plátanos), generaron ventas por US$ 640 millones el año pasado, más del doble de lo generado en 2019. En EE.UU., los sustitutos de la leche, como la leche de avena y la de arroz, son una industria de US$ 2.500 millones que se espera que, para 2025, crezca a US$ 3.600 millones, según Euromonitor. Las ventas de Oatly fueron de US$ 204 millones en 2019 y se dispararon el año pasado a US$ 420 millones. A pesar de ese aumento, la empresa registró una pérdida de US$ 60 millones porque invirtió en nuevas fábricas, publicidad y nuevos productos.