SANTIAGO DE CHILE - Las autoridades chilenas mantienen la alerta amarilla y una vigilancia continua en el volcán Llaima, que entró en erupción anoche y obligó a evacuar a un centenar de turistas y guardaparques aislados en el parque nacional Conguillío, cerrado por prevención.
La erupción del Llaima, "resucitado" en mapudungun, comenzó con una densa columna de 10.000 metros de humo que dio paso a la expulsión de material incandescente y luego a lava que provocó temor entre los lugareños y turistas.
La erupción, que se pudo apreciar desde 140 kilómetros de distancia, generó incertidumbre en los poblados más cercanos como Melipeuco, Cunco y Curacautín, pero las autoridades dijeron hoy que es innecesario planificar una evacuación masiva.
"Nos tocó pasar la noche casi sin dormir, las explosiones eran impresionantes", relató Alfredo Solar.
Efectivos del Ejército rescataron hoy a los últimos 53 turistas y funcionarios de la estatal Corporación Nacional Forestal, CONAF, que permanecían aislados en el interior del Parque Nacional Conguillío, cerrado por prevención.
Las personas rescatadas, todas ilesas, se sumaron a otros 150 evacuados ayer y, tras su rescate, el Parque Conguillío, centro de veraneo de miles de turistas, quedó absolutamente desierto.
El rápido deshielo de la cumbre del Llaima aumentó abruptamente el caudal de los ríos, haciendo colapsar el puente Colorado y otros puntos de la ruta que une el parque Conguillío con la comuna de Curacautín.
El director regional de CONAF, Mario Acuña, informó que el parque se mantendrá cerrado indefinidamente y sólo será reabierto cuando se levante la alerta amarilla.
El lugar iba a ser visitado por unas 40.000 personas en la temporada de verano que recién comenzó.
El Llaima, de 3.125 metros de altura y a 740 kilómetros al sur de Santiago, es uno de los volcanes en actividad en Chile, que concentra el 15 por ciento de los volcanes activos del mundo.
Carmen Fernández, directora de la Oficina Nacional de Emergencia, afirmó que "no hay parámetros de que haya en este minuto necesidad de evacuación" de los pobladores de caceríos cercanos al volcán.
"Hay salida de lava pero no de manera continua, lo que es más tranquilizador. Si es continua habría que evacuar de manera masiva a la población que es de mayor riesgo. Previendo esa posibilidad, la alerta amarilla permite activar todos los recursos disponibles en la zona", explicó Fernández.
"Si hay alguna señal que indique la necesidad de que no estén en sus casas... están medidos los tiempos de evacuación", agregó.
Tras una noche de explosiones y ruidos subterráneos, la actividad volcánica pareció hoy decrecer y la columna de humo apenas superó los 500 metros.
Las autoridades recordaron que otras grandes erupciones estuvieron siempre precedidas por numerosos temblores, lo que hoy no sucede.
"No se puede descartar que haya otro tipo de explosiones de esa naturaleza", admitió Felipe Harboe, subsecretario del Interior.
"No obstante la información científica al minuto es que no habría masa magmática de profundidad que estuviera saliendo sino que más bien se trata de un fenómeno similar al de 1993 cuando salió masa magmática de la parte superior del volcán", explicó.
Para prevenir, las autoridades aumentaron las estaciones de medición de modo de observar minuto a minuto la actividad del volcán Llaima "para proteger la vida de las personas", dijo Harboe.
El Llaima registra 40 erupciones desde que existen registros, la última de ellas con tres víctimas fatales.
En Melipeuco se incrementó hoy la venta de gasolina y en el comercio se agotaron las velas adquiridas por los habitantes que prevén que se produzcan cortes de energía eléctrica.
Aviones de la Fuerza Aérea y Carabineros (policía) sobrevolaron hoy la zona y sus apreciaciones ayudaron a descartar un incremento de la actividad volcánica.
La columna de humo se dirigió hacia el límite con Argentina y, sobre el poblado limítrofe de Lonquimay, frente a Neuquén, Argentina, comenzó a caer ceniza volcánica sobre campos, lagunas y ríos.
Las autoridades descartaron que la actividad del Llaima haya contaminado las aguas, donde se crían miles de salmones de exportación.
A modo de prevención, las autoridades de emergencia comenzaron la distribución de mascarillas y, además, enviaron a psicólogos para enfrentar la angustia en los habitantes de poblados cercanos al Llaima.
La presidenta Michelle Bachelet dijo que "se han tomado todas las medidas necesarias para evitar riesgos personales".
"Afortunadamente hasta ahora no tenemos ninguna pérdida que lamentar", dijo la mandataria quien llamó a los habitantes a "evitar riesgos innecesarios ante estas manifestaciones de la naturaleza".
ANSA