Tras semanas atrincherado en su residencia, Policía Anticorrupción arresta al presidente de Corea del Sur

Yoon Suk, que desató seis semanas de caos político en el país, se negó a declarar en el interrogatorio. El mandatario, suspendido por el Parlamento, también es investigado por insurrección.

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Un vehículo que transporta al presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, arrestado por la Policía
Un vehículo que transporta al presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, arrestado por la Policía<br/>
Foto: AFP

AFP, EFE
El presidente surcoreano Yoon Suk Yeol fue arrestado ayer miércoles después de que cientos de agentes policiales y anticorrupción accedieran a su residencia, donde llevaba atrincherado desde la imposición en diciembre de una controvertida ley marcial. El detenido presidente se negó a declarar en el arranque de su interrogatorio ayer.

El dirigente conservador sumió a la democracia asiática en su peor crisis en décadas al suspender el orden civil y enviar a los soldados a la Asamblea Nacional en la noche del 3 de diciembre, aunque derogó la medida horas después.

Suspendido por una moción de destitución del Parlamento, Yoon también era objeto de una investigación por insurrección que lo ha llevado a convertirse en el primer presidente del país en ser arrestado durante su mandato.

Yoon Suk Yeol
Destituido. Presidente Yoon Suk Yeol afirmó que “daría un paso al costado”.
Foto: HANDOUT/AFP.

Cientos de agentes de la policía y de la Oficina de Investigación de la Corrupción allanaron ayer temprano la residencia de Yoon en Seúl, protegida por miles de partidarios y por su fiel guardia presidencial que había impedido un primer arresto el 3 de enero.

Bloqueados por el personal de seguridad, algunos agentes escalaron las vallas del complejo con escaleras de mano o usaron senderos para llegar hasta el edificio principal, situado en la cima de una colina.

Después de horas de tensión, un abogado del presidente anunció que este había decidido comparecer personalmente ante los investigadores. A los pocos minutos, estos anunciaron su detención.

“La Oficina de Investigación Conjunta ejecutó una orden de arresto para el presidente Yoon Suk Yeol hoy a las 10:33 hora local”, afirmó en un comunicado este equipo formado por la policía, la agencia anticorrupción y el Ministerio de Defensa.

En un mensaje por video grabado previamente, el dirigente conservador afirmó que había decidido acatar la orden de detención “para evitar cualquier desafortunado baño de sangre”. El presidente abandonó la residencia en un convoy policial e ingresó poco después en las oficinas de la agencia anticorrupción, comprobaron periodistas de la AFP.

El interrogatorio comenzó poco después pero, según un funcionario de la oficina anticorrupción, Yoon se negó a responder y “está ejerciendo su derecho a guardar silencio”.

Protestas en Corea del Sur.
Defensores y detractores del expresidente, bajo la nieve, ante la residencia presidencial
Foto: AFP

Tensión

En el primer intento de arresto del 3 de enero, cientos de miembros armados de los servicios de seguridad de Yoon se confrontaron con los investigadores, que suspendieron el arresto.

Desde entonces habían redoblado la seguridad de la residencia, instalando alambres de púas en el recinto y bloqueando algunas rutas de acceso con barricadas de autobuses. Antes del amanecer del miércoles, la tensión se había instalado en los alrededores del domicilio del presidente que, pese a su impopularidad, contaba con un buen séquito de fieles seguidores dispuestos a protegerlo.

Reporteros de la AFP observaron trifulcas y puñetazos en la puerta principal de la residencia, donde los investigadores se toparon con los simpatizantes de Yoon, su personal y diputados de su partido.

Algunos de los seguidores concentrados se tumbaron en el suelo para impedirles pasar. Otros ondeaban banderas de Corea del Sur y Estados Unidos o gritaban contra la orden de captura que consideran “ilegal”.

La policía y los agentes anticorrupción empezaron a echar de la zona a los seguidores, así como a una treintena de diputados del partido de Yoon que aparentemente también acudieron a protegerlo, dijo la agencia Yonhap. Ante la delicada situación, la policía decidió no llevar armas de fuego y limitarse a llevar chalecos antibalas en caso de graves enfrentamientos con la guardia presidencial, señalaron los medios locales. La orden judicial vigente permite su retención por un máximo de 48 horas. Para mantenerlo bajo custodia, los investigadores deberían solicitar una nueva autorización de la justicia. El equipo legal de Yoon había alegado en todo momento que la orden de captura era ilegal y que la oficina anticorrupción no tenía legitimidad para investigarlo.

La principal formación de oposición en Corea del Sur, el Partido Democrático, afirmó que el arresto es “el primer paso hacia la restauración del orden constitucional, la democracia y el Estado de derecho”.

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