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Sobornos y asesinatos, las confesiones de un narco del cártel de Sinaloa

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El narco mexicano en el juicio en Nueva York. Foto: EFE

Juicio en Nueva York

Testigo relató cómo nació el cártel del Chapo Guzmán.

El Chapo Guzmán sobornaba a fiscales, policías mexicanos y hasta la Interpol, dijo ayer jueves un testigo clave en el juicio del capo, que también relató el origen del cártel de Sinaloa y sus sangrientas guerras con otros narcos. Este testigo es Jesús "el Rey" Zambada, empleado del cártel durante dos décadas hasta su arresto en 2008 y hermano del capo narco Ismael "Mayo" Zambada García.

Durante tres horas, paso a paso como si fuese un filme, el Rey contó cómo nació la sociedad entre el Mayo y el Chapo, y cómo empezó la guerra del cártel de Sinaloa con el de Tijuana de los hermanos Arellano Félix.

Zambada, que se declaró culpable de traficar cocaína y de otros cargos, puede ser sentenciado a cadena perpetua. Pero dijo que a cambio de su colaboración, el gobierno pedirá al juez que reduzca su pena, y le ayudó a traer a su familia a Estados Unidos "para que no sufran atentados".

El Rey, que controlaba la actividad del cártel en Ciudad de México, contó que pagaba personalmente sobornos al comandante de la Procuraduría General de la República (PGR), a la policía federal de caminos, que controla asimismo puentes y aeropuertos, a la policía judicial federal, estatal y municipal y a Interpol.

"Los sobornos para funcionarios en Ciudad de México eran unos 300.000 dólares por mes", contó al jurado Zambada, de 57 años, que vestía traje de presidiario azul y camiseta naranja.

El Rey relató cómo nació la sociedad entre su hermano Mayo, próximo al capo Amado Carrillo Fuentes, y el Chapo, cercano a Juan José "Azul" Esparragoza. Y cómo "La Federación" —que luego pasaría a llamarse cártel de Sinaloa y que también integraba a otros narcos como los Beltrán Leyva— entró en una violenta guerra con el cartel de Tijuana de los hermanos Arellano Félix, que querían absoluto control de esa frontera.

El Chapo estaba dispuesto a combatir a los Arellano Félix, relató al recordar una noche fatal de 1992 en una discoteca de Puerto Vallarta llamada Christines. Su hermano Mayo, dijo, ya le había dicho que el Chapo quería matar allí a Ramón Arellano Félix, jefe de los sicarios del cártel de Tijuana, que era uno de sus mayores enemigos. Ramón pudo escapar en medio del tiroteo, pero el Chapo dejó un reguero de muertos, algunos pistoleros del cártel de Tijuana y otros clientes del lugar.

El Chapo Guzmán. Foto: EFE
El Chapo Guzmán bajo custodia de miembros de la DEA. Foto: EFE

Finalmente, se acordó realizar una reunión de paz entre ambos cárteles. Por el de Sinaloa fueron Carrillo Fuentes y el sobrino del Rey, Vicente Zambada Niebla, pero los Arellano Félix no aceptaron sus términos y estuvieron a punto de matarlos. "Fue ahí que Amado dijo que ahora todos empezaríamos a pelear contra los Arellano Félix, toda la organización, y ahí empezó una guerra muy fuerte" que dejó "muchos muertos".

El Rey aseguró que él no mató a nadie, pero que en 1994 o 1995 dos sicarios de los Arellano Félix intentaron matarlo, disparándole a quemarropa en una tienda. Le abrieron "una zanja" en la cabeza, que comenzó a sangrar profusamente.

"Caí al suelo, pero no quedé inconsciente. Salté con mi pistola en la mano y comencé a luchar. Se sorprendieron porque pensaron que yo estaba muerto", contó el Rey, que hirió a uno de los sicarios.

Contó que los Arellano Félix mataron a su hermano Vicente en la puerta de su casa, aunque este no estaba en el negocio de la droga.

El Chapo, de traje oscuro y corbata, escuchó con atención el relato de su exaliado y hoy colaborador del gobierno.

Extraditado a Estados Unidos hace 22 meses, el Chapo, de 61 años, es acusado de enviar más de 155 toneladas de cocaína a Estados Unidos durante un cuarto de siglo. Si es hallado culpable, podría ser condenado a cadena perpetua.

La defensa asegura que el Chapo es el chivo expiatorio de "corruptos" gobernantes mexicanos y de agentes de la DEA, y que el verdadero jefe del cartel de Sinaloa era Mayo Zambada. Pero el Rey asegura que el Chapo y su hermano Mayo eran socios y jefes.

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